Repasando textos ya publicados en edición papel en mi Jardín de curiosidades sobre el ajo, continúo con las antiguas y modernas labores en el cultivo del ajo en Pedroñeras, de modo que si en entradas anteriores hablamos de la la preparación de la tierra, el esgorolle, la siembra, cavar ajos y la escarda, ahora toca ir a espalotarlos, y lo haremos a mano.
Foto cedida por Rocío Navarro
En la primera semana de junio los ajos se espalotan, es decir, se les quita el palote o tallo verde que nace y se desarrolla en el interior del rabo o ricia, el cual resta grosor a la cabeza. Como es habitual en estas labores del ajo, cada trabajador marcha sobre un hilo o fila de sembradura, aunque si se llega a la punta antes que los demás es costumbre ayudar a los más rezagados, para así empezar conjuntamente la siguiente vuelta.
El trabajo de espalotar es también cansado y laborioso. La espalda sufre lo indecible al llevarla continuamente medio doblada. La habilidad de algunos en este trabajo es digna de ser grabada en vídeo para la posteridad, pues las manos van de un palote a otro (que se dejan caer hacia el suelo, como colgados, a su buen tuntún) guiadas por algo que escapa a la voluntad propia y a la vista ajena.
©Ángel Carrasco Sotos
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