Manojete de llaves que tengo en mi museete colgadas de una tomiceja.
Imagino que algunos de vosotros, como yo y como los que compartimos esta afición por coleccionar lo antiguo o viejo que cae en nuestras manos, más aún si es de nuestro pueblo o tierra manchega, también tendréis algunas llaves de estas ya en desuso con que se abrían y cerraban las puertas y portás de antaño. Todavía habrá quien las use en estas rancias puertas cuyos herrajes (cerraja, clavos, visagras, llamadores, ventanucos o postigos, algunos con su pequeña reja, etc.) creo que es digno y meritorio el conservarlos, según ese mérito y dignidad que a mi entender es amar lo que se va para siempre, como se ama a un abuelo querido que murió cuando fuimos niños y se nos hundió el sombraje de nuestra corta vida.
Yo, como veis, en mi piso y en mi pequeño museo del labrador tengo expuestas la mayoría de las llaves viejas que a mis manos han llegado, la mayoría macizas y otras huecas, unas más grandes y otras más pequeñas. Todas tienen un gran valor, muchas veces sentimental más que nada, pero a mí personalmente, y quizá por esa tendencia innata en mí a admirar lo grandote, pues me gustan las de gran tamaño, esas que abrían portones, pero también las que tienen alguna singularidad o atractivo: la que abría al pozo de la casca de la bodega de Pajarilla, la que contiene herrumbre que salió excavando en la que fue del Olla, es decir, las que tienen un referente o encierran (además) una historia, o todas las que poseen alguna peculiaridad física que las hace diferentes y se apartan del modelo más convencional, peculiaridad que reside casi siempre en la forma de la "cabeza" o en el paletón y las guardas (las gualdas en el Lugar), es decir, esa parte de la llave cuyas muescas diferentes (si las tiene) hacen abrir una puerta y no otras; esto es, lo que las hace, de alguna manera, únicas.
En fin, he querido compartir esto con vosotros para que aquellos que las tenéis guardadas a buen recaudo las saquéis de las cajas de colección y las empleéis como adorno para que otros puedan disfrutar de su belleza. No deja de ser una idea. Un ramillete de ellas, no muy grande, sujeto con una tomiza o cordeta y expuesto en el lugar ideal dice mucho. Si os atrevéis a crear cuadros con ellas, pues aquí os dejo los dos que yo tengo en casa, con marco que da el pego de antiguo y un fondo de arpillera. Yo las tengo pegadas con pegamento para que luzcan más, pero también se les puede poner un clavete. Ya veis que la combinación de estas llaves con alguna cerraja, ojo de cerradura o candado viejo pues queda perfecta. Hala, ya tenéis tajo para emplear el tiempo libre. Ah, y no olvidéis cerrar la puerta después de salir. Salud.
En fin, he querido compartir esto con vosotros para que aquellos que las tenéis guardadas a buen recaudo las saquéis de las cajas de colección y las empleéis como adorno para que otros puedan disfrutar de su belleza. No deja de ser una idea. Un ramillete de ellas, no muy grande, sujeto con una tomiza o cordeta y expuesto en el lugar ideal dice mucho. Si os atrevéis a crear cuadros con ellas, pues aquí os dejo los dos que yo tengo en casa, con marco que da el pego de antiguo y un fondo de arpillera. Yo las tengo pegadas con pegamento para que luzcan más, pero también se les puede poner un clavete. Ya veis que la combinación de estas llaves con alguna cerraja, ojo de cerradura o candado viejo pues queda perfecta. Hala, ya tenéis tajo para emplear el tiempo libre. Ah, y no olvidéis cerrar la puerta después de salir. Salud.
Ángel Carrasco Sotos
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