por Fabián Castillo Molina
A primeros de agosto (hace poco más de un mes), se publicó un trabajo al que titulé “Las Pedroñeras capital mundial del ajo (y de la velocidad en casco urbano)” con el único objetivo de llamar la atención a los poderes públicos para invitarles a poner medios y tomar medidas que evitasen males mayores debido a lo que me parecía inadmisible: la desmedida y peligrosa velocidad a la que circulaban demasiados vehículos dentro del pueblo con el consiguiente riesgo para los peatones y también para todos los conductores, tanto los prudentes que respetan la ley como los que la infringen deliberadamente.
Ayer, en una breve visita al pueblo, compré el periódico local correspondiente al mes de
agosto (publicado a primeros de septiembre) y en un primer repaso me sorprendió encontrar TRES noticias relacionadas con el tráfico rodado. La primera aparece en grandes letras en la página 3, “DOS INCIDENTES DE TRÁFICO SE PRODUJERON EL MISMO DÍA”, y acto
seguido desarrollan la noticia y vemos que se trata de dos accidentes sobre los
que alertaba nuestro artículo citado al principio. El primer
accidente podría haber sido mucho más grave como puede comprobarse. Decía así:
“Un joven de la localidad colisionó con un camión cuando conducía su motocicleta. El joven que resultó herido de la colisión presentó una rotura de cadera y pelvis. El joven fue trasladado al hospital
de Albacete donde se mantuvo en observación. El
accidente tuvo lugar sobre las dos del mediodía a la
altura de la gasolinera de la localidad.” Como
podemos observar no se trata de un incidente sino de un accidente (con suerte)
en el que resultó
herido el más débil, pero con riesgo para su vida. Sin duda, habrá un parte de accidente y resultará un
responsable, pero la noticia dudo que se analice hasta el final y se informe a
los lectores del periódico, y supongo que tampoco tendrá repercusión hasta llegar a los últimos responsables, los que en su
momento señalábamos: Los que eluden hacer algo por evitar el riesgo y no ponen
en marcha las medidas, por no se sabe qué razones,
porque medios humanos y materiales tienen.
Prosigue el desarrollo de la noticia diciendo:
“El otro incidente ocurrido
esa misma noche tuvo lugar cerca de las diez menos cinco de la noche en la carretera
general Boteros de Las Pedroñeras. En esta ocasión dos chicas, una de 17 años y otra de 18 años, fueron
atropelladas frente a la rotonda de la policía local. El
autor del accidente, que conducía un
turismo, no paró para auxiliar a las víctimas del accidente. Aunque el autor se dio a la fuga, fue
localizado poco después en las inmediaciones del accidente gracias
a la identificación por parte de los vecinos. El autor se
trató de un joven de 26 años.” (Supongo que donde escriben “carretera
general Boteros quieren decir calle general Borrero, ya que tal como se lee
literalmente despista bastante).
Como puede observarse en el escrito,
en primer lugar lo llaman incidente (como si no tuviera importancia), pero después terminan
llamándolo tres veces accidente y con víctimas. No dan detalles de las
consecuencias para las víctimas, ni qué ocurrió con el joven detenido autor del atropello. Como en el caso de la
noticia del choque de la bicicleta contra el camión, me temo
que tampoco habrá
seguimiento de la misma hasta que los lectores
habituales del periódico sepan con detalle lo ocurrido y en qué para o qué consecuencias tiene para los implicados.
Por otro lado, continuando con las responsabilidades, no hay duda de que las
autoridades municipales tienen aquí un papel muy importante para ir dejando
claro lo vital que resulta ser respetuosos con la ley, así como las consecuencias de no hacerla cumplir. Imaginemos qué hubiera ocurrido si en estos dos accidentes ocurridos el mismo día la desgracia se hubiera cebado y la noticia hubiera tenido que
hablar de ¡TRÁGICO ACCIDENTE!. ¿Quién repararía el daño irreparable causado? ¿Se tomarían medidas severas? ¿Es necesario esperar a que ocurran desgracias irreparables para
asumir sin miedo cada uno su responsabilidad y hacer lo posible por evitarlas?
Pero lo curioso es, que no para ahí la cosa. En la página 7 de este periódico de agosto podemos leer también otro
titular destacado en relación con el tema que nos ocupa:
“DETENIDO EN
LAS PEDROÑERAS POR CONDUCIR BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL”
Y continúa dos líneas más con un segundo titular en letras de menor tamaño “
Varias detenciones se produjeron el pasado mes en la
provincia de Cuenca por causas similares al imputado detenido por la Guardia
Civil dentro del término municipal de Las Pedroñeras” y desarrollan la noticia hasta
concluir que el detenido dio positivo en la prueba de alcoholemia “alcanzando 1,02 mg/l de alcohol en el aire respirado” cuando la tasa máxima permitida es 0,25 mg/l, o sea, que
multiplicaba por cuatro el alcohol consumido (si permite la ley un vino o un
botellín de cerveza, en la comida se había bebido un
litro). En definitiva, que las causas de muerte en accidente a consecuencia del tráfico se pueden y se deben reducir y las autoridades deben poner
todo su empeño y ayudar a conseguirlo.
Para finalizar, añado que he revisado detenidamente los últimos tres
periódicos de Pedroñeras 30 días que tenía más a mano y no he encontrado ni una sola noticia en ellos sobre accidentes
de tráfico en Las Pedroñeras ni en su término
municipal. ¿Es posible que no haya habido ningún accidente
en tres meses y ahora haya 3 en un día? ¿O es que a
estas noticias no se les da importancia y sin embargo a los robos aunque sean
menores se les presta mucha más atención?. El tráfico sigue cobrándose más de dos mil
víctimas mortales al año, más las
secuelas graves de otra importante cifra. Esto es una guerra encubierta.
Intentemos cada uno en la medida de nuestras posibilidades hacer algo por acabar con
esta lacra.
©Fabián Castillo Molina
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