Estos días hemos visitado el museo de Benito Galindo Martínez, un pedroñero que durante toda su vida ha ido juntando, ordenando, lustrando y finalmente exponiendo una gran cantidad de piezas tradicionales que él nos muestra con la ilusión de un niño ante quien aprecia, como aficionado que es uno, el enorme tesoro con que cualquiera queda deslumbrado. Unas 2.000 piezas, posiblemente, son las que componen su colección, todas conseguidas poco a poco desde su juventud, y de un valor incalculable; más que nada porque harto complicado es conseguir hacerse con material tan diverso.
Tijeras de podar y hachas (algunas antiquísimas)
Benito recuerda dónde consiguió cada una de ellas: unas de la familia, otras del vertedero y muchas de ellas adquiridas por intercambio o compra en rastros, tiendas de antigüedades o ferias a las que nuestro paisano se ha aficionado a asistir para mantener despierta esa ilusión que le hace continuar con su tarea. Bendita tarea, por cierto, esta de preservar lo que ha formado parte de nuestra identidad y modo de vida durante siglos. Benito compra, vende, intercambia y admite cualquier donación que enriquezca su particular museo. Desde luego le cuesta mucho deshacerse de alguna pieza que no tenga repetida. Esto no es un negocio, eso ya lo ha aprendido con el tiempo. Por eso lo que más le complace es hacerse con cosas que aún faltan en su exposición, vasijas, herramientas, instrumentos.
Cencerros y podones
Sobresale en la colección la inmensa cantidad de objetos relacionados con la agricultura, todos muy bien cuidados y limpios como la patena, pues el cuidado en su conservación es prioridad para Benito. Destaca también, por su número y calidad, su colección de planchas, de cencerros, de llaves, de romanas, hachas, pesos... En fin, lo disfrutable y gozoso es visitarlo, recordar los nombres y usos de cada una de estas cosas que, al fin y al cabo, son un pedazo de nuestra historia como pueblo.
Gaseosas, lecheras, horteras y pucheros
Así que si queréis visitar su museo (una maravilla, ya digo) solo tenéis que contactar con él, quedar a una hora viable y no pondrá ninguna pega para haceros de guía. Entrada gratuita y aquí, en el Lugar. Y si luego queréis venderle algo o intercambiarlo, Benito estará encantado. Desde luego no será una pérdida de tiempo, sino una manera de llenarlo: con palabras y recuerdos. Uno sale más completo culturalmente después de despedirse de Benito y abandonar el museo. Una edificante manera de pasar una hora impagable. Enhorabuena.
Si queréis contactar con él, su teléfono de contacto es el siguiente: 689 47 06 48
Si queréis contactar con él, su teléfono de contacto es el siguiente: 689 47 06 48
Os pongo algunas fotografías que he tomado en él para que veáis parte de lo que allí expone nuestro amigo.
Más gaseosas, jícaras e instrumentos de esquilar
Máquinas de coser y planchas
Cajas de todo tipo
Garrafas, lecheras, básculas...
Medias fanegas y losas de fregar
Llaves, cerrajas y candados
Básculas y pesas
Arados, gavilanes y estevas
Guarniciones completas
Horcates, yugos y collerones
Sillas en torno a una mesa
Planchas de todo tipo
©Ángel Carrasco Sotos
No hay comentarios:
Publicar un comentario