por Fabián Castillo Molina
NEVAZO
Heladas están las sábanas.
Escucha el silencio blanco.
El resplandor de la ventana
Aparto el cortinaje de arpillera,
el vaho de los cristales
voy limpiando.
Me asomo y miro:
¡Oh, Maravilla!
Todo está blanco.
¡Vamos, arriba. Levantaros!
¡Está nevando!.
...................
De encima de las cepas
para echar lumbre
la nieve voy quitando
(cerca de un palmo)
se me hielan las manos
y aún así estoy contento.
¡Está nevando!
Tocones de carrasca recubro con pedorras
y paja rebuscada
le arrimo dos papeles y cerilla.
La lumbre pronto canta.
Y qué gusto que da
que se levante el ama,
prepare la sartén
y nos guise unas gachas.
Con el cuerpo caliente
escobajo de mijo
y de hierro la pala
salimos a la puerta
abrimos nueva senda
para salir de casa.
Hay poca bulla en la calle
la gente sigue en la cama
pero con aquél que encuentras
bien celebras la nevada.
La blancura te deslumbra.
Escuchas...
las sigilosas
pisadas
abriendo caminos nuevos
por calles inmaculadas.
Los chupones de las tejas
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