Chascarrillos y cuentos de Pedroñeras: Una gorra pa mi Antonio

Uno de los apartados especiales de ese libro aún en marcha aunque prácticamente dispuesto para la imprenta que es el que lleva el título de Folclore Infantil de Las Pedroñeras es el dedicado a los cuentos y chascarrillos. Entiéndase chascarrillo en el sentido académico sobre todo de cuentecillo agudo, ligero, o como pequeña anécdota, convertida en eso precisamente. Me es grato, por tanto, iniciar con este un apartado en el que traeré algunos del más del centenar acopiado por este nuestro Lugar. Y quiero empezar precisamente con uno muy conocido que he dado en llamar "Una gorra pa mi Antonio", que paso a narrarles tan brevemente como me es posible. 

Una gorra pa mi Antonio 

La anécdota tiene como protagonista a un paisano (Faustino Cagón). Había este madrugado mucho una mañana para ir a trabajar al Tablazo, paraje cercano a la finca llamada El Taray. Marchaba aún sin luz, cuando, a la altura precisamente de tal finca, en mitad del camino, vislumbró sobre el suelo un objeto redondo y algo aplanado en penumbra. Abrió los ojos y, confundiéndolo de todas todas, exclamó: “¡Hombre, a quien madruga Dios le ayuda: una gorra pa mi Antonio!”. 

Cuando fue a coger lo que él pensaba gorra perdida y bien hallada, observó que se trataba simplemente de una beyuna o boñigo de vaca. La frase quedó de refrán entre los pedroñeros.


[Si tienes algún cuento tradicional pedroñero o chascarrillo, podemos publicarlo en esta sección].

ÁCS