El poema o retahíla, que titulé en su día -cuando fue publicado en el Cancionero popular de la Mancha conquense- "Los días de la semana", responde a la fórmula tradicional del engaño. Eso lo he sabido estos días en que Pilar Lorente Carrión ha dado cuenta de una versión distinta a la que yo tenía anotada e informando, a la vez, de esta clave desconocida por mí y con la que el texto cobra todo su sentido. Como veréis, uno enumera cada uno de los días de la semana añadiéndole un calificativo o actividad propia del mismo... pero saltándose el sábado, de manera que quien lo escucha pregunta por ese día que se ha olvidado o ha omitido. Evidentemente, este no piensa que está siendo víctima de una engañifa, de una trampa pueril en la que acaba de caer.
Esta es la versión que yo publiqué en mi Cancionero, recogida de fuentes principales del conjunto del mismo, es decir, mis tías Domi y Antonia. Os lo recuerdo:
Lunes, marti mundi;
martes, marti santi;
miércoles, marti Gutierris;
jueves, buen día de mujeres;
viernes, comer poquito y andar alegre;
domingo, tajás de tocino.
En ese momento, el oyente preguntaría "¿y el sábado?" A lo que -con una sonrisa en la boca- el primero contestaría: "Coge el borrico y estira del rabo".
La versión inédita que os pongo a continuación es la anotada por Pilar, procedente de la memoria de su madre, Ramona Carrión Izquierdo, también de Las Pedroñeras. Dice así:
Lunes, Martín Núñez;
martes, Martín Sánchez;
miércoles, Marta Gutiérrez;
jueves, buen día pa las mujeres;
viernes, comer mucho y vivir alegres;
domingo, pan y tocino.
Ahora vendría la pregunta del engañado y la consecuente respuesta (con variantes): "Le coges al borrico el rabo".
Versión diferente (zamarona, creo) encuentro en Internet en cierto foro:
Lunes, piripitudes;
martes, piripitiartes;
miercoles piripiteres,
jueves, mal día pa las mujeres;
viernes, comerás lo que tuvieres;
y domingo, pan y tocino. Amén.
Vuelve a dejarse sin decir el sábado, pero quien publica la retahíla engañosa no la completa, de modo que otros vienen a hacerlo, y uno en concreto responde:
Comerás la mierda que yo cago.
La enumeración de los días de la semana atribuyendo a cada uno de ellos distintas características o hablando de diferentes ocupaciones u obligaciones de tales días es algo propio de la tradición popular. Ya Gonzalo de Correas, en su famoso y recomendable Vocabulario de refranes (1627), registraba las siguientes a nuestro interés:
El lunes, a La Parla;
el martes, a Paliza;
el miércoles, a Puñoenrostro;
el jueves, a Cocea;
el viernes a misa;
el sábado Cierne y masa;
el domingo Descansa.
Y esta otra:
Lunes, de Triana;
martes, de Sevilla;
miércoles, en la cama;
jueves, al mercado;
viernes, a misa;
sábado, a hacer cuenta;
y el domingo, no hay bocado.
También de Las Pedroñeras, Luisa Madrigal Monedero, nos informa de otra de estas retahílas enumerativas que tienen como base los días de la semana, escuchada a su madre, Aurora Monedero Parra. Reza así:
Lunes y martes, fiestas organtes;
miércoles y jueves, fiestas solemnes;
viernes y sábado, San Pedro y San Pablo;
Domingo, fiesta.
Apuntamos además esta otra que nos llega de Iluminada Granero Solana:
El lunes yo no trabajo;
el martes, a descansar;
el miércoles voy al cine;
el jueves voy a bailar;
el viernes repaso cuentas;
el sábado, a cobrar;
y el domingo, por ser fiesta,
no me dejan trabajar.
ÁCS
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