por Tomás Aguado Millán
Muchos de los que leen este blog ya
tienen preparada la mochila y las botas, o hinchadas las ruedas y engrasadas
las cadenas, como es mi caso. Otros tendrán preparados los termos para el café
y encargados los dulces para recibir a los “andarines”. Los alconcheleros
habrán engalanado el pueblo deseosos de estrenar y compartir con los visitantes
su nuevo escenario y bailar al son de las orquestas.
Mientras tanto, vamos a continuar nuestra
ruta con el último tramo, el que nos lleva a la ermita de la Virgen de la
Cuesta y a Alconchel de la Estrella.
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Tramo 1 De Las Pedroñeras a La Veguilla
Tramo 2 De La Veguilla a La Encomienda
Tramo 3 De la Encomienda al Castillo de Haro
TRAMO
4. Del Castillo de Haro a la Ermita de la Virgen de la Cuesta.
Los convulsos siglos XI y XII en lo que
es hoy la provincia de Cuenca estuvieron marcados por los enfrentamientos entre
cristianos y musulmanes por el dominio de la zona. Dentro de este contexto
destacó el Alferez Mayor del rey Alfonso VIII y señor de Vizcaya Don Diego
Lopez de Haro al que el monarca otorgó estas tierras y el Fuero Fari, siendo
avanzadilla de la repoblación y construyendo este castillo teniendo el dominio
de estas tierras a través de la población de Haro, al lado del castillo y hoy
desaparecido y otras aldeas que hoy son municipios: Villaescusa de Haro,
Carrascosa de Haro, Fuentelespino de Haro, Rada de Haro y Villar de la Encina.
El territorio está dividido por el río
Záncara y forma un paso natural, por un lado siguiendo el río dirección norte-
sur y por otro la Cañada real de los Chorros o Conquense que cruza de este a
oeste a través del paso natural llamado estrecho de Haro. El castillo fue
edificado en un cerro que domina dicho paso en el siglo XII. Es de planta cuadrada, con cubos en cada esquina y tiene un patio
central. La fábrica es de cal y canto, recubierta de sillarejo, con deterioro
en la base de dos de sus lados y con uno de los cubos de mayor altura que el
resto. Quedan restos apreciables de un
segundo recinto amurallado, igualmente con torres circulares en los ángulos. Al
noreste del castillo se pueden ver los cimientos de una torre redonda del mismo
tiempo de la barrera.
Tras la
muerte de Diego de Haro el territorio pasa a depender de la Orden de Santiago
hasta el siglo XIX exceptuando un breve periodo de tiempo que perteneció al
infante D. Manuel de Castilla. El castillo tiene varias fases, rehecho por la
orden y fue testigo de acontecimientos importantes durante la guerra entre
Isabel la Católica, de la cual tomó parte la Orden de Santiago, y su sobrina
Juana “La Beltraneja” apoyada por el Marqués de Villena D. Juan Pacheco, cuyos
territorios rodeaban a este territorio de Haro, con la plaza más importante de
Belmonte. La victoria del bando de Isabel hizo florecer este territorio, pero
fue la villa de Villaescusa la que tomó el relevo de Haro en importancia
mientras que esta perdió habitantes hasta desaparecer completamente, quedando
sólo en pie y no en las mejores condiciones este majestuoso castillo. Alrededor
existía, por lo tanto, el poblado de Haro actualmente desaparecido así como la
iglesia. El camino cruza entre el castillo y el lugar donde se encontraba la iglesia
para seguir hacia el norte esta vez separándose del río Záncara dejándolo al
oeste tras la sierra de Haro.
Cruzando
el castillo y el lugar donde se levantaba la aldea de Haro nos encontramos con
las Casas de Haro, una gran casa de labor posiblemente construida tras la
desaparición de la aldea. pertenece a la tipología de casa de
labrador en torno a un patio o corral cerrado por un portón, donde se disponen
una serie de estancias como habitaciones, vivienda del dueño, horno, porches,
bodegas, lagares, palomares, pozos, abrevaderos, etc. En las cercanías de la
casa principal se sitúa otra de menores dimensiones pero con la misma
tipología.
Sigue el camino en dirección norte
dejando al oeste la sierra de Haro en la que se ubican diversos asentamientos
de la edad de bronce y al este el lugar o paraje histórico denominado Alto de la Cañada de la
Batalla. Situado entre los términos de Alconchel de la Estrella, Villalgordo
del Marquesado y Haro, perteneciente en la actualidad a Villaescusa, se produjo una escaramuza entre las tropas
del castillo de Haro y las de Alconchel de la Estrella. La toponimia habla de
este hecho así como la tradición oral nos cuenta la aparición de elementos
relacionados con el armamento militar.
El camino se encuentra con el arroyo Cazarejo
justo antes que este cruce por el estrecho por el que va la colada dirección a
Fuentelespino de Haro, cuya antigüedad está demostrada a través de la aparición
de una zona de construcción de vía de origen romano tras una época de intensas
lluvias. Hay varias vías romanas y es posible que hubiera un cruce entre la
principal que va hacia Segóbriga y una secundaria que es esta actual colada. En
la zona antes del cerro hay varios puntos de interés arqueológico y etnográfico
como son el molino de Garrido de construcción medieval o moderna pero en cuyas
inmediaciones se han hallado restos cerámicos visigodos y, en menor medida,
celtíberos o el cerro Miranillo con origen en la edad de Bronce. Dejamos el
llamado camino de Belmonte y tomamos unos metros la colada de Fuentelespino de
Haro donde ya se contempla el cerro de la Virgen de la Cuesta.
El ascenso a la ermita se hace por una
senda que cruza una de las puertas de entrada al oppidum celtíbero. Esta puerta
está parcialmente excavada y es una de las dos puertas que tendría la ciudad.
Está flanqueada por dos torres cuadradas, de unos cuatro metros de lado. La
entrada por este lugar denota la antigüedad del camino, puesto que se sigue
utilizando la misma entrada desde hace más de dos mil años. Este próximo domingo
8 a las 16:30 horas en la misma ermita, tendré el placer de relatar en una
pequeña charla los orígenes de esta impresionante ciudad.
En cuanto a la ermita, se trata de una
construcción organizada a través de un patio central por la que se accede a
distintas estancias de hospedería y la capilla o ermita propiamente dicha. La
fábrica del complejo es de mampostería con sillería esquinera y techumbre a
cuatro aguas rematada con una espadaña de un solo ojo con campana que carece de
frontón. Todo el edificio está encalado y dispone de cornisa tallada en gran
parte del edificio. La puerta es adintelada y dispone de una moldura de origen
barroco tardío. El interior de la ermita es de una sola nave fabricada en
mampostería con sillares esquineros y cornisa de piedra. La cabecera es
poligonal de tres lados y está cubierta con bóveda de arista con lunetos en el
cuerpo que antecede a la cabecera.
En cuanto al municipio de Alconchel hay
que destacar las dos construcciones más interesantes que son el castillo y la
iglesia parroquial. Desde el cerro de la Virgen se contempla perfectamente la
silueta de la fortaleza camuflada con el terreno del cerro donde se asienta y
que dan al pueblo una bella silueta al contemplarlo desde la distancia. El
origen de la población en el cerro del castillo es de la edad de Bronce. Sin
embargo, la construcción que se conserva es medieval. Se trata de un castillo
de forma octogonal con torres circulares prácticamente exentas en cada uno de
sus vértices de los que se conservan parcialmente cinco de estos cubos. La
fábrica es de mampostería trabada con argamasa aunque está muy deteriorada en
los alzados aunque se observa la traza de estos. En la parte inferior se
aprecia un resalte del terreno que correspondería a la barbacana y un foso en
seco que la antecede. También destacan otras estructuras de igual construcción
correspondientes a estancias con funciones secundarias. El origen de esta
construcción probablemente sea de origen musulmán, que tras ser reconquistada
la zona pasó a manos de la Orden de Santiago.
La iglesia parroquial bajo la advocación
de Nuestra Señora de la Estrella es una construcción levantada en origen en el
siglo XVI. Se trata de un edificio de mampostería con sillares en las esquinas.
La torre fue levantada posteriormente así como otras partes de la edificación.
Es de una sola nave rectangular decorada con pilastras de basas cruciformes y
rematadas por cornisas. Hay un saliente entre la torre y la portada en la que
se ha colocado una representación de la imagen de la Virgen de la Cuesta
realizada en azulejos. La portada se compone de un arco de medio punto
flanqueada por pilastras y rematada por un frontón clásico con tres pináculos y
una hornacina en la que hay una pequeña imagen de la Virgen. Destaca también un reloj de sol en la torre.
Primer tramo:
Final del camino
ENLACES CON TODOS LOS TRAMOS (pincha en ellos para verlos):
Segundo tramo:
Tercer tramo:
Cuarto tramo:
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