Se trataba de pasarme los llamados Mandamientos del Pastor y estas cosas ya sabéis que para mí son como pequeños tesoros. Vienen a ser lo que me regala mi amigo una versión que que aprendió sobre los años 70, según recuerda, de Luis Jerez "Ovejillo", pastor que trabajaba por cuenta ajena (trabajó para los Zapata, por ejemplo). Como los padres de Aurelio (Aurelio y Antonia) fueron pastores, sirviendo en la ya desaparecida Casa de los Pastores, en el Colmenar de la Peña la Higuera, mi amigo guarda estas cosas como oro en paño. Las guarda en la memoria, quiero decir, que la tiene fenomenal Aurelio, sobre todo para retener chistes a montones, la mayoría muy buenos: todo lo que ve, la memoria se lo relaciona con un chiste. Esta mañana me cuenta el siguiente: Coge uno un espejo, se mira en él y dice: "Este del espejo me suena". Otro que había al lado le dice: "Tray p'acá a ver". Se mira en él y le espeta: "¡Cómo no te va a sonar, hostia, si soy yo!"
Desaparecida casa del Colmenar.
En fin, lo que nos interesa aquí es dejar constancia de estos mandamientos del pastor pedroñero. Lo de "pedroñero" es por decir algo, pues estos no son sino versión, como dije, de los divulgados con otras variantes en distintas zonas, según compruebo. Ocurre con todo lo que forma parte del saber popular de antaño, de hecho con todo material folclórico que el pueblo (las personas -y de generación en generación-) se encargó de difundir por la geografía hispana con infinidad de diferencias más o menos significativas.
Os los pongo, y, más abajo, otros que he podido leer en la Red. Como veréis, se parecen todos mucho, pero vale la pena registrar esas variantes que los convertían en únicos.
Os los pongo, y, más abajo, otros que he podido leer en la Red. Como veréis, se parecen todos mucho, pero vale la pena registrar esas variantes que los convertían en únicos.
Dice así la versión de Aurelio Charco de estos 5 mandamientos del pastor:
Mandamientos del pastor
El primero, preparar el caldero;
el segundo, comerse todos los trigos del mundo;
el tercero, matar el mejor carnero;
el cuarto, echale al borrico el hato;
y el quinto, no decile la verdá ni tampoco a Jesucristo.
En Albares (Guadalajara) se decían de modo semejante:
El primero, comer migas en caldero;
el segundo, comerte los trigos del mundo;
el tercero, matar el mejor carnero;
el cuarto, coger las cedras (alforjas) e ir a por el hato;
y el quinto, negar la fe de Cristo.
En la comarca de Jiloca (en Teruel) se han registrado de esta manera:
El primero, comerse el pan entero;
el segundo, los trigos de todo el mundo;
el tercero, matar el mejor carnero;
el cuarto, ayunar después de harto;
y el quinto, no decirle la verdad ni a Jesucristo.
En otro lugar que se no se especifica, aunque coincide con los registrados por Luis Martínez Kleiser en su Refranero general (nº 49.068, pág. 561); son así:
El primero, rodar por el suelo (para dormir);
el segundo, comerse todos los sembrados del mundo (su ganado);
el tercero, matar el mejor carnero (para comérselo);
el cuarto, ir por el hato (a casa del amo);
y el quinto, negar delante de Cristo (las picardías que hace).
También Kleiser, antes de este registra otros, tomados de Rodríguez Marín, que rezan así:
Los mandamientos del pastor son cinco:
El primero, comer sopas en caldero;
el segundo, comerse con su ganado todo lo que hay en el mundo;
el tercero, comerse el mejor carnero;
el cuarto, ayunar después de harto;
y el quinto, anda, andandillo, lo que pasa en el hato no hay que decillo.
También Kleiser, antes de este registra otros, tomados de Rodríguez Marín, que rezan así:
Los mandamientos del pastor son cinco:
El primero, comer sopas en caldero;
el segundo, comerse con su ganado todo lo que hay en el mundo;
el tercero, comerse el mejor carnero;
el cuarto, ayunar después de harto;
y el quinto, anda, andandillo, lo que pasa en el hato no hay que decillo.
ÁCS
Otros mandamientos más que sabemos gracias a Aurelio y a Ángel. Muchas gracias por compartir conocimientos.
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