Hace unos días, aprovechando que íbamos a Mota por motivo distinto que no viene al caso, y puesto que cuando llegamos aún estaba cerrado el establecimiento objeto de nuestro viaje, mi amigo Juan Olimpio y yo nos dimos una vuelta por este pueblo conquense de los molinos para ir a ver el instituto en el que estudiamos los de mi generación y otras anteriores y posteriores antes de que se decidiese levantar el de Las Pedroñeras, que, como ya mencionamos en una entrada anterior, empezó a funcionar en 1994. De paso alargamos el garbeo para alimentar nuestra nostalgia y visitar otros puntos. De todo ello hicimos algunas fotos, que es lo que mayormente quería yo poneros por aquí en esta primera entrada.
Más allá de un añadido en la parte de atrás del edificio, el instituto está prácticamente igual que hace 30 años. Más viejo, eso sí (casi rupestre si lo comparamos con los edificios levantados posteriormente destinados a la enseñanza secundaria). Uno lo encuentra incluso feo, pero los recuerdos para los que allí estudiamos el Bachillerato lo convierten en entrañable cuando menos. Una vez vista su fachada, nos detuvimos en determinados detalles, recordando las aulas en las que estudiamos, cuyas ventanas daban a esta parte del edificio, y, tras ello, decidimos rodearlo, ir hasta la parte trasera para recordar lo que fue el comedor, el edificio destinado a los pocos alumnos que vivían en el internado y el patio donde hacíamos "gimnasia".
En el recreo nos dejaban salir por el pueblo y en esa media hora casi siempre hacíamos el mismo recorrido: que consistía en coger la calle que iba hasta la zona del Ayuntamiento y en el parquecillo que había allí sentarnos a comer unas chuches o simplemente a hablar, casi siempre entre risas; también los había que preferían quedarse en el bar frente al instituto para echar un futbolín. Todo era muy emocionante entonces. Cerca estaba el cine de aquellos años cuya puerta hacía chaflán (hoy en día supermercado o algo así), la biblioteca (junto al ayuntamiento), el quiosco (ya no existe), una pastelería (la de Mojicón), diversos bares y pubs (incluido el casino), el antiguo silo y la discoteca Contacto donde algunos cogieron sus primeras chispas: yo creo que la mía, no sé si la primera, pero casi, fue en el cerro Mingote, en una fiesta de final de COU -si no recuerdo mal- donde se consumieron más de 100 litronas. Éramos insaciables, ¡y tan modernos!
Cuando había "instituto" por la tarde, que creo que fueron en nuestro caso solo los dos primeros años, a medio día recuerdo que subíamos hasta la zona de los molinos, recorríamos las calles, nos dejábamos caer por otro parque cercano, algo más retirado, íbamos a estudiar a la puerta de la iglesia o incluso recuerdo que visitamos el cementerio en más de una ocasión mi amigo Antonio "Pililla" y yo.
Profesores y otros personajes que uno recuerda fueron: don Lucio (Sociales), Ana (Latín), Isabel (Griego), Carmen (Historia), la Juli (EF), Rogelio (Lengua), Lalo (FQ), Alicia (Inglés), Chaparro (Filo), "el Mono" (cocina), "King Kong "(bedel), Taca (Mate), la Verru (Natu), Rodolfo (Filo), Juan (Lengua), la Gorri (Francés), la Sagrario (Historia), Anastasio (Mate), Mingote (Lengua), José Enrique (FQ), Lita (Mate), Emilio (Música), Coral (Inglés), la Mode (FQ), Paco (Inglés), Arinero (secretario), Juan José (Lengua), la novia de Tino Casal (Inglés; Mª José Aranguren), don Arturo (Fútbol), el cura (Reli) e imagino que algunos más que acudirían a nuestra memoria si la forzásemos un poco más. También recuerdo a otro bedel mayor, y muy buena persona, pero no recuerdo su nombre. Por supuesto, quien, con su autocar, nos acercaba a diario y nos recogía, Ángel "Molleja", que nos ponía vídeos de Pajares y al que mareábamos teniéndonos que cambiar las cintas de casete constantemente cintas con música pop, disco y las del pujante heavy ochentero. Cada día era una aventura, amigos. Decenas de indelebles anécdotas se me vienen a la cabeza, es uno de los socorridos refugios de nuestra nostalgia. Durante unos años organizamos cenas entre compañeros de los distintos pueblos, pero al final todo desfallece, se olvida, se pierde esa relación que va limándose año a año, hasta que todo queda en nada, en fugaces y brumosos recuerdos.
ÁCS
Joder Ángel, me has echo soltar una lágrima de adolescentes recuerdos..... más puro imposible.
ResponderEliminarY también unas carcajadas con las cintas del bus .... Y me ha venido el recuerdo del sonar el " Wings of Heaven" De Magnum!!!!!!! Lo que es la memoria...... Voy a ponerlo a tu salud. Gracias Pedroñero!!!!