En Navidad, regala(te) libros de tu pueblo, Pedroñeras: Completa la colección antes de que...

Bueno, se acercan los días felices de la Navidad y con ellos los Reyes y Papá Noel, y hay veces en que uno no sabe qué regalo hacerle, qué regalo hacerse (porque es bueno pensar en los demás, pero no me digáis que un buen regalito para uno mismo le sienta mal al cuerpo). En fin, yo siempre me regalo libros (19 pedí el otro día, para mí y para los míos y ya vienen de camino). Este año son casi todo novelas, novelas viejas, agotadas. Soy así, me gusta tirar de aquello en lo que el tiempo ya ha hecho su criba, no de lo que me digan los suplementos culturales que hay que comprar este año: ya sabéis que los críticos están comprados por las editoriales (como los premios) y en esas listas siempre salen los mismos, como si no hubiera escritores en España para dar y tomar. Si al final esas "mejores obras" (con comillas, ojo) al final pasan a los libros de texto, habremos de concluir que el capitalismo ha triunfado sobre la crítica independiente y sobre la calidad literaria. En fin, cosas mías seguramente.

Por eso -por el lío este de la Navidad- os animo a regalar un libro, y, si puede ser de nuestro pueblo, Las Pedroñeras, pues mejor. Un libro sobre nuestro amado pueblo vale para entretenerse, para aprender de su lectura, para meternos en vena el recuerdo como alimento necesario, pero también para saber que, aun cuando termine su lectura y uno lo abandone, vas a conservar siempre un tesoro en tu estantería, algo importante que legar a tus hijos. Un tesoro, un arca, cuya tapa abrimos de cuando en cuando para volver a deslumbrarnos con las joyas que se acumulan en su interior, porque allí está recogida parte de nuestra vida, de nuestro pueblo. 

También estos libros del pueblo sirven para ir a consultar lo que hemos olvidado. Los libros sobre nuestro pueblo, si bien se mira, no tienen más que ventajas, porque además nos los dan ya hechos. Anímate y hazte con la colección completa antes de que se agoten. Los que escribimos os lo agradeceremos. Feliz Navidad, por cierto y próspero año 2016 (¡ya!).

 

ÁCS