por Fabián Castillo Molina
En la primera entrega vimos unos detalles de Fernando que quizás mucha gente no conocía. Hoy veremos su casa museo, como a él gusta llamarla. La casa tiene ventanas a la calle por donde pueden verse pasar de vez en cuando a una buena parte de los vecinos de Las Pedroñeras, de toda edad y condición. Tiene dos entradas y salidas, por tanto no hay problema con la salida de emergencia. Hay un dicho popular con esta afirmación: "Casa con dos puertas, mala es de guardar", pero en esta sencilla casa, no ha habido ni hay razón alguna para el robo ni el saqueo. Hay muchos “museos” cuyos tesoros no son canjeables por dinero. Desde la misma, se contempla Entrecapillas, la torre campanario, y la iglesia de Pedroñeras.
La casa está construida sobre roca viva. Él nos abre las puertas de su casa y entramos en su vida íntima. Sin mostrarnos ningún álbum de fotos, ni vídeo ni power point, comprobamos qué le gusta sin preguntarle y lo que le trae los mejores recuerdos. Fotos de juventud, de participación en las ánimas como alabardero, como tamborilero, como judas y en otras cofradías. Las paredes de todos los espacios muestran fotos enmarcadas de momentos alegres de sus vivencias por estas y otras tierras. Carteles de los espectáculos de más renombre que han podido verse en el pueblo, como La divina pasión o La pasión de Cristo, del grupo de teatro local. Fotos de agrupaciones musicales, de tambores y cornetas y de la Banda de la Escuela Municipal de Música.
Reinas de las Fiestas Patronales y Damas de Honor. Recortes de periódico que dan noticia de algo en lo que él estaba metido, diplomas, carteles de cine, de políticos, de su querido Real Madrid, pegatinas a miles que cubren el frigorífico por tres de sus cuatro costados, pegatinas en lavadora, microondas y muebles de cocina. Todo lo que a él le gusta está allí, presente, sin tener que buscarlo. Además, como complemento sonoro nos deleita con su armónica. Le gusta que le llamen El niño de la armónica, ya lo dije, y allí están sus fotos de actuaciones en el escenario del parque municipal en las fiestas patronales el día de los artistas locales. Fernando es un hombre libre de prejuicios que hace lo que quiere en su casa; para eso es suya y esa es una de las ventajas de ser en cierto modo un Peter Pan y un soltero de oro (al menos así dice que le llamaron en el programa de Castilla la Mancha que llevaba ese nombre).
Reinas de las Fiestas Patronales y Damas de Honor. Recortes de periódico que dan noticia de algo en lo que él estaba metido, diplomas, carteles de cine, de políticos, de su querido Real Madrid, pegatinas a miles que cubren el frigorífico por tres de sus cuatro costados, pegatinas en lavadora, microondas y muebles de cocina. Todo lo que a él le gusta está allí, presente, sin tener que buscarlo. Además, como complemento sonoro nos deleita con su armónica. Le gusta que le llamen El niño de la armónica, ya lo dije, y allí están sus fotos de actuaciones en el escenario del parque municipal en las fiestas patronales el día de los artistas locales. Fernando es un hombre libre de prejuicios que hace lo que quiere en su casa; para eso es suya y esa es una de las ventajas de ser en cierto modo un Peter Pan y un soltero de oro (al menos así dice que le llamaron en el programa de Castilla la Mancha que llevaba ese nombre).
Como indiqué en la entrada anterior, téngase en cuenta como es Fernando y respétese como persona humilde y sencilla.
©Fabián Castillo Molina
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