No hace mucho, nuestro colaborador habitual Fabián Castillo Molina nos dejaba el texto que, con motivo de la reunión-cena que tuvieron los de la quinta del 51 en Las Pedroñeras, leyó para amenizar la velada (por aquí lo tenéis). Ahora, María Olmo (nuestra amiga del Grupo pedroñero en Facebook) ha querido compartir con nosotros el poema que, de su puño y letra escrito, ella misma leyó en la correspondiente a la quinta del 50, que tuvo lugar el 20 de agosto de 2010 en Pedroñeras. Un poema lleno de sentimiento, recuerdos, emoción...
Así es como yo la veo
por María Olmo
[En este intento de transmitir las vivencias que surgieron en
mí según tuve conocimiento de este evento comenzaré
utilizando -haciendo mío y adaptando- un verso de Machado- y desgranando después, con palabras, algo de lo mucho que en
mí renació].
Mi infancia son recuerdos de un pueblo de Castilla:
Las Pedroñeras
y una calle corta y entrañable -Pradillo- donde vi la luz,
donde jugué con
algunas de vosotras,
donde comencé a soñar...
Aquí descubrí las dos Españas que después cantó Serrat:
mi madre fue
falangista y mi padre
revolucionario
( él se fue al ejército republicano voluntario)
Y de esa conjunción -creo- comenzó mi filosofía:
mucha
tolerancia, mucho amor, mucha cercanía.
Desde el otoño del 63 ,“aunque no me correspondía”,
estudié gracias a una beca en Cuenca
-ya entonces quería aprender para enseñar después-
y año tras año al
pueblo regresaba
y en verano a los padres ayudaba:
cogiendo ajos, cortando y pelándolos en la Cooperativa …
Es un tiempo de color:
Los juegos alrededor del quiosco de la plaza,
los bailes en la “seudo-disco” de la placeta …
las idas al Pilar para tener agua fría …
los paseos “del bracete”
por la carretera ….
los cantos en el remolque, al atardecer
de vuelta de la vendimia ….
y tantas cosas bonitas …
Todo es de color:
me ganaba la alegría.
¡Cuánto y tanto me reía!
donde quiera que fuese
la vida me imbuía.
Así hasta finalizar el curso del 69 en el que
mis padres , Ramona “ la Chaperra” y Luis “Rumí”
marchan a Madrid .
Los estudios “superiores”
continúan allí
y, no sin pelear, esta mujercilla
su objetivo logra alcanzar:
explica -intentando enseñar- Matemáticas
en un instituto público
porque la enseñanza para todos debe ser igual.
El pueblo es un recuerdo latente
durante esos años en que la vida vuela,
Vuela, mientras que tú, y tú y yo ,
dejamos nuestro
ser
en ese ser mujer-trabajadora, esposa y madre
(persona- multifunción) que a nuestra generación
-y como una
conquista- nos tocó ejercer-.
Y así hasta el día de hoy.
Todo es de color.
Así es como yo me veo,
así he querido situarme en esta mi generación
de la que sé poco a
nivel personal,
pero ante la que siento una atracción positiva
y para toda mi quinta fluye de mi alma
una gratitud y cariño
que tal vez proceda
de aquellos felices años.
Gracias a tod@s los asistentes
porque la presencia aquí ya indica compartir.
Gracias en especial a los organizadores,
que con su esfuerzo nos lograron reunir,
y para tod@s mi mejor deseo:
que nuestras vidas
sigan llenas de sueños entrañables
que alumbren cada
nuevo día
y que bajo el azul del cielo
que a cada cual nos
tocó vivir
sea un aire leve y amoroso el que
día a día sepamos compartir.
©María Olmo
Me alegro de todo corazón que os vayáis reuniendo, los del 49 parece ser que fuimos los primeros en reunirnos (Gracias Faco Monegre y compañia) este año con los 65 años volveremos a reunirnos no dejéis de seguir los pasos, saludos a todos un paisano fuera de su pueblo.
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