Una antigua foto de María Olmo, publicada en el Grupo de Facebook Las Pedroñeras, ha reclamado poderosamente nuestra atención, más que nada porque, como sabéis, es poco frecuente la existencia de fotos antiguas del pueblo (será de los primeros años 60, quizá) en las que el motivo no sea un edificio histórico o, las más de las veces, las personas que protagonizan la imagen. En este caso, la protagonista es una simple calle, vacía, y eso es la que le otorga un valor especial, creo que sin precedentes en el lugar.
La calle, como veis, es la actual Virginia González, un nombre que adquiriría en los años 60 el siglo XX, sustituyendo a su antigua denominación, calle del médico (Emilio) Portilla, portador este de la cruz de beneficencia y muerto en el año 1868 en la epidemia de tifus. El de Portilla sustituyó, a la vez, en el año 1900, al de Lomas, que sería, a nuestro entender, su primigenio nombre. Desconocemos los méritos de doña Virginia para que operase este cambio, como tampoco podemos dar cuenta a qué responde ese nombre antiguo de Lomas.
Pepa Escudero, que es un culillo mal asiento, estuvo haciendo fotos de la casa de doña Virginia (que os pongo arriba) y ha tenido el acierto de realizar una fotografía desde la misma posición que estaba disparada la antigua, de modo que se nos permite contrastar ambas instantáneas y percatarnos de los cambios que han tenido lugar en ella en los últimos 50 o 60 años (calculo).
El antiguo corral de los Tortosa, el primero de la parte izquierda, ya no existe. ¡Con la de partidillos de fútbol que yo he jugado ahí con mis amigos! (en el centro del mismo crecía un árbol centenario, frondosísimo). En fin, recuerdos.
La casa de la derecha es la denominada Villa Virginia, de estilo modernista, muy probablemente levantada en el primer tercio del siglo XX. Virginia González era madre de Emilio Salazar González, doctor que da nombre a otra de las calles de nuestro pueblo (en la que en su momento, no sin polémica, se está ensanchando el acerado), que luego se instalase en Madrid y promotor en los años 50 del premio literario Virginia González, instaurado para honrar la memoria de su madre. Percibimos algún cambio en esa casa, como el enrejado de la pared de la parte trasera, la que da a esa calle, que ha sido sustituido por una simple pared. [Por dar otro dato, la actual calle Doctor Salazar hizo a finales de los años 60 que la calle Nueva se acortase pues comenzaba, digamos, en lo que fue peluquería de Morete].
En esa misma acera de Villa Virginia, puede verse la casa de piedra en que atendía el médico Bautista Pozo Fernández "Tistín" y, antes, ejercieran como veterinarios su padre, Rafael Pozo Quílez, y su abuelo, Rafael Pozo Chacón. A la derecha, puede verse la casa de los Guijarro, con sus dos imponentes piqueras sobre el tejado. La calle, como veis, todavía está en tierra, sin asfaltar, aunque sí se perciben restos de una vieja acera. Poco más. Ya digo que la calle está vacía, pero, al fondo, parecen clarearse algunos bultos que no podemos atinar a decir si se corresponden con personas. Debían de ser las 3 o las 4 de la tarde. Os dejo con las interesantes imágenes: la de los años 60, la de 2013 y otra actual.
Calle Virginia González (años 60)
Calle Virginia González (octubre de 2013)
La casa de doña Virginia en 2013.
ÁCS
Virginia González, mujer pudiente en su época, otorgó en 1954, un premio de 5000 pts al niño q mas supiera. Se realizó a través de un examen. Se presentaron dos niños de 8 años, uno de ellos era mi padre, Felipe Martínez Martínez (Felipin). Ganó esas 5000pts. Con ese dinero más el dinero que tenían ahorrado mis abuelos hicieron su casa, que a día de hoy es la de mis padres.
ResponderEliminarSí, ya lo sabía, e incluso estuve hablando de eso con tu padre, pero ya te comentaré algo más. Un saludo.
EliminarLa de los Guijarros,mis abuelos,hoy partida en dos y renovadas de mis primos
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