Es este uno de los plato típicos del invierno pedroñero. Hablamos del empedrao o empedrado (según como cada uno quiera pronunciarlo: con aire popular o formal). El empedrao (así se pronuncia en Pedroñeras de toda la vida) es un plato contundente y muy sabroso, para sobremesas reposadas a ser posible con siesta, muchas veces acompañada de tormenta. Pero es también una comida de mediodía que uno no puede perderse aunque sea de Pascuas a Ramos. En mi casa, por ejemplo, si hay empedrao para comer, nos estamos relamiendo toda la mañana. Gustoso al paladar, entra y se digiere que es una bendición. No podíamos dejar de traerlo por este blog. Os paso a explicar su elaboración.
Ingredientes:
Habichuelas de color (léase judías o alubias)
Arroz
Hueso de jamón con carne (un poco rancio)
Cebolla
Ajo
Hoja de laurel
Sal
Agua
Elaboración:
La víspera, las habichuelas se han puesto en remojo para que estén en su punto para el día siguiente, esto es, para que estén blandas y puedan cocerse. Cabe la opción de usar judías ya cocidas de las que venden en envasadas. Cada uno según la disposición o ganas que tenga de hacer una cosa u otra. Nosotros siempre las ponemos en remojo, que es lo aconsejable.
Ponemos el agua en la olla que cubra bien todo, como dos dedos por encima de los ingredientes. Al mismo tiempo echamos las judías previamente escurridas, la cebolla (una cebolla entera pelada), seis o siete dientes de ajo morado con su piel, la hoja de laurel y el hueso. Todo esto se pone a cocer a fuego lento durante dos horas más o menos. Se prueba entonces de sal, ya que el jamón también suelta su sabor intenso y puede ser que con ese gusto sea más que suficiente. Pero si no es así, le añadiremos un poquito de sal (al gusto). También en ese momento, se aparta la cebolla y los dientes de ajo, y una vez hecho esto, le añadimos el arroz (un puñaete por cabeza). Se deja cocer y cuando el arroz esté hecho (han pasado unos veinte minutos), se saca para servir.
La carne del jamón se espizca en los platos, pero hay quien prefiere retirarla una vez que le ha dado todo el sabor a ese arroz con habichuelas.
También hay quien sofríe ajo y cebolla en vez de ponerlo a cocer en crudo, y le añade pimentón, que desde luego no le hará ningún daño. En este caso, tal sofrito se le tiene que añadir al final de la cocción de las habichuelas. Y cabe decir que hay personas que en vez de jamón le ponen almejas, y se le puede añadir una patateja o poner chorizo en lugar o además de jamón, pero lo tradicional, al menos en mi casa, responde a la receta explicada.
Que aproveche.
Un plato magnífico.
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