Junto a las torrijas (leer receta) y el arroz de polvorín, las orejetas de fraile es otro de los postres típicos en Las Pedroñeras para las fechas de Semana Santa. Lo habitual es hacerlas (como el resto) para Jueves y Viernes Santo, para comer como postre en la comida del mediodía.
Por aquí os dejo como en mi casa las ha hecho mi madre desde que yo me acuerdo. Quizá haya alguno que las haga de distinta manera, quizá añadiéndoles un poco de harina (no os paséis en cualquier caso si decidís echarles), pero poco puede variar. Es interesante fijarse bien en los sencillos pasos que hay que seguir para que salgan tal y como tienen que salir. Así que mucha atención Es un postre muy fino y delicado, y muy sabroso, a la par que sencillo y barato.
Las orejetas de Milagros Izquierdo Carrión.
-Huevos
-Aceite de oliva virgen
-Azúcar
Elaboración:
Empecemos. Se vierte generosamente aceite de oliva en una sartén. Bastante aceite, como dos dedos de fondo. En ese aceite, que vamos a calentar mucho, se deja introducida una cuchara metálica grande, de servir, para que coja también el calor que esta necesita. Esto es fundamental: aceite en abundancia, muy caliente y la cuchara calentándose al mismo tiempo (cuando digo la cuchara no me refiero a la cuchara entera, sino a la parte que se usa para tomar el alimento; creo que sobra el decirlo).
Aparte hemos batido bien unos huevos (dos o tres huevos o más, dependiendo de los comensales que uno tenga a su mesa ese día).
Cuando el aceite esté bien caliente (lo recalcamos) se saca la cuchara y se va metiendo en ese líquido de los huevos batido (tres cuarto de cuchara). El huevo se quedará un poquito adherido en la cuchara debido al calor que ella posee. De ahí, la cuchara con el huevo se mete en el aceite. Esa masa, entonces, se tiene que desprender de la cuchara (aunque tengamos que ayudarle valiéndonos de un tenedor). Esa masa fina ya frita (tarda un momento de na) se saca a un plato con azúcar que hemos dejado al lado. La orejeta habrá que rebozarla en azúcar (sin escatimar).
Y así sucesivamente hasta que nos quedemos sin huevo. Como digo, cuanto más huevo hagáis, más orejetas saldrán, pero con tres huevecetes buenos ya os saldrán no menos de 15 o 20 orejetas.
Uno podrá pensar que el resultado tendrá el gusto de una tortilla francesa, pero de eso nada, tiene un sabor distinto y delicioso. ¿Gustáis?
Orejetas de Sandra García.
Ángel Carrasco Sotos
Muy buenas
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