El segundo tomo del Cancionero popular de la Mancha Conquense recogía aquellas composiciones más extensas que formaban parte, también, de nuestro cancionero; de modo que, si la primera parte, ese primer tomo, estaba dedicado a las coplas y seguidillas mayormente, en el segundo se recogieron sobre todo romances tradicionales que dejaron su huella también aquí, en estos pagos de nuestra Mancha conquense . [Por cierto, todavía me quedan unos cuantos ejemplares y los Reyes están cerca, así que si queréis reservar alguno, no los estís,, aviso].
Es el caso que el amigo del Grupo pedroñero en Facebook, Rafael A. Iniesta, me envía una versión del romance que yo titulé para aquel libro "Allá arriba en los balcones", romance, por cierto, poco o nada conocido, que ni Francisco Mendoza Díaz-Maroto registra en su colosal Antología de romances orales recogidos en la provincia de Albacete. La recogida por mí, procedente de la memoria de mi abuela Victoriana Pérez Cabeza, estaba contaminada (cosa habitual en este tipo de composiciones) por el romance de "El Niño perdido". He aquí la versión que Rafa conocía por su madre, Carmen Molina Ramírez.
Allá arriba en los balcones
Allá arriba en los balcones
Allá arriba en los balcones
guisan migas los pastores;
tocaban la campanilla,
la bailaban de puntillas.
¿Quién ha sido esa Señora
que por la sierra venía
y traía un niño en brazos
agua y sangre le corría?
-¿Con qué me limpias, María,
con un trapo deshilado?
-Calla, niño, que te traigo
almendritas en un paño,
que me las dio San Gabriel,
San Gabriel de romería.
A las doce parió Maria
y el niñito tan contento
para hacer la reverencia
al Santísimo Sacramento
ÁCS
Que recuerdos más bonitos. Está oración me la enseño mi madre una noche que tenía miedo. Tendría yo unos 6 años. Tenían que se versos que se recitaban por el pueblo, mi madre sabía leer y tampoco había salido del pueblo por aquella época.
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