por Fabián Castillo Molina
A SARMENTAR
Mañana de escarcha
blanca
chupones cuelgan de tejas
y no queda otro
remedio
Que los podaores ayer
cinco almudes se
podaron
y mañana dirán ellos:
“Ayer ya las
sarmentaron”.
Tú que eres sarmentaor
recogerás los
sarmientos,
estén con un escarchazo
o de guarrá estén cubiertos.
Los vas cogiendo muy
rápido,
empuñando vas la
escarcha,
los metes bajo tus
brazos
y alguno que otro se engancha.
Lo quieres
desenganchar,
tiras con fuerza, estirazas,
y el que más se
resistía
da un latigazo en tu
cara.
Tu cara que va
aterida,
amoratada de frío,
cuando le pega el
sarmiento...
¡Osss! maldices con resoplío.
Tus manos se van
helando.
No hay mechero ni
cerillas.
La forma de
calentarlas...
pegándote en las
costillas
y aquí dejo pa'l recuerdo
cómo funciona esta
técnica
sin necesidad de
máquinas
ni cerillas ni de
yesca.
Dejando los brazos
muertos,
cruzándolos por el pecho
sacudiéndolos muy
fuerte,
las manos a los
costados
clavando al cielo los dientes.
Al principio duelen
mucho
igual dedos que
costados,
pero es que si te
haces blando
tendrás que volverte
al pueblo
con los vuelos muy
cortados
y se correrá la voz...
¡Ya estamos
escarmentados!
----------
Vuelve el calor a las
manos.
Sigues cogiendo
sarmientos
formando grandes gavillas
y hasta logras ver el
sol
cuando por fin rompe
el día.
Y bien avanzada la
tarde
después de atar los
sarmientos,
te vas montando una a
una,
espatarrándote en ellos.
Abrazas fuerte las
puntas
retorciéndolas con
fuerza
hasta formarles el moño,
haces las gavillas leña.
Otro día, con la
galera,
esta vez acompañado
cargándolas una a una.
-Para y ya no eches
más.
Ya está el galumbo formado.
Y se acarrean como
mies,
son pasadas al corral,
de nuevo bien
colocadas
han formando la tiná.
©Fabián Castillo Molina
Libros de Fabián Castillo Molina:
Tal cual que tiempos
ResponderEliminar