Arcos de piedra de Las Pedroñeras: catálogo de portadas

Arco desaparecido (calle Montejano, antigua calle de la Arena). Perteneció la casa a Crisantos "Porfirio" (desconozco quién la levantase en el s. XVIII)

Bien saben mis paisanos que Las Pedroñeras no ha sido un pueblo señorial. Nos falta piedra y  nos faltan edificios (tanto civiles como religiosos) que puedan atraer a un mínimo de turismo: ese turismo cultural que busca el deleite de sus ojos con la maravilla que surge al recorrer algunas calles de otros pueblos de nuestra provincia y comunidad autónoma. No obstante, como en todo pueblo, aquí aún se conservan algunas fachadas, escudos o edificios religiosos que bien vale la pena visitar, conocer. El que Cervantes sea el mejor prosista de nuestros Siglos de Oro, no quita para que podamos disfrutar con fray Antonio de Guevara (Relox de príncipes), con Antonio de Torquemada (Jardín de flores curiosas) o con Francisco Delicado (La lozana andaluza), por no hablar de la prosa de nuestro fray Luis de León. Quiero decir que estas casas también tienen su historia, en algunos casos nobiliaria, y aún conservan parte de la prestanza de antaño.

Pero no podemos engañarnos y dejarnos arrastrar por la borrachera de "lo nuestro". La baza del turismo cultural está perdida y hemos de asumir nuestra segunda o tercera división en este sentido. No es que sea yo un derrotista, sino más bien me considero un realista que sabe de ocasiones anteriores en las que se intentó vender nuestro pueblo en este sentido y el tiro salió por la culata, como no podría ser de otra manera. La realidad se impone a la palabra, a los anuncios y a las guías engañosas. Ajos los que queráis, los mejores del mundo, y buen vino, y un habla con unas peculiaridades muy significativas. Y su gente para quien sepa apreciar nuestra manera de ser y la idiosincrasia del respetable. Pero monumentos, los justos.

No obstante, quien quiera darse una vuelta por la zona más antigua (recordad que ya se menciona Pedroñeras en documentos del siglo XIII) pues encontrará, por ejemplo, arcos como los que por aquí traemos. La mayoría son posteriores al siglo XVII, me atrevería a decir, pero ahí están aún, la mayor parte, manteniéndose en pie y dando lustre a sus fachadas. Digo la mayoría porque algunos han desaparecido (yo recuerdo, por ejemplo, el que había en la fachada de la Flecha de Oro (de las portás de la antigua casa de Rafael Mendizábal) o el que he puesto presidiendo este artículo, y quizá los mayores recuerden o puedan dar noticia de alguno más, no sé). Un día, nuestro amigo de Facebook Jesús Antonio Madrigal López, se dedicó a fotografíarlos y de parte de esas fotografías nos hemos servido (con permiso) para ilustrar este artículo. Otras son mías o tomadas de la Red. Faltaría poner el de la casa del Taray, que tengo por ahí fotografiado y que tengo que dar con él. Y no recuerdo si en alguna otra finca de nuestro término hay arco de piedra.

No sé qué se haría con los posibles arcos que lucirían, imagino, en las ermitas desaparecidas en nuestro Lugar: la de Santa Catalina, la de Santa Lucía o la de Santa Ana. O qué pasaría con el de la iglesia de la antigua población de Martín Ovieco (San Blas). En fin, quizá algún lector pueda proyectar un poco de luz sobre estos interrogantes. Os pongo los arcos de los edificios civiles y de los religiosos.

La clave del arco y la filigrana superior del antiguo arco (el mostrado anteriormente) aún se conservan en este realizado hace unos años, así como la puerta. Calle Jábega (antes, calle del Coso).

Vista frontal del anterior arco.

Arco de entrada a nuestro actual ayuntamiento. Calle Escuder (antes, calle de los Paseguillos)

Arco (reformado) de la que fue casa de los Montoya. Calle Montejano (antigua calle de la Arena).

Arco de la ermita de San Julián (antes de San Sebastián), llamada popularmente del Santo. Calle General Borrero.

Arco central del palacio llamado (no sé por qué) de los jesuitas; según otros, antiguo ayuntamiento.

Arco de portada lateral del edificio anterior.

Otro arco de portada lateral del edificio anterior.

Fachada en la que se encuentras los arcos anteriores (plaza de la Constitución).

Arco de la casa del cura (entrada a la cochera). Calle Montejano (antigua calle de la Arena).

Arco de la casa del cura (entrada a la vivienda y al patio interior columnado). Calle Montejano (antigua calle de la Arena).

Arco de la casa de los Mendizábal (¿antes de los Cañavate?) Calle General Borrero (antes calle del Paseo)

Arco de la casa de los Aceiteros (fue casa de los Cañavate). Calle Cea Bermúdez (antes, calle de los Gallegos).

Casa de los Esteso, en la calle Montejano. Parece arco moderno.

Arco de la casa de los Bosch. Calle Mayor.

Casa de la calle Mayor.  Aquí vivieron la Aguedica, y los Sánchez (los Torano y los Machaco). Desconocemos el origen de esta casa.

Calle Fermín Mota. El arco no es original de Pedroñeras. Es la casa de Juanjo y Pepi.

Arco monumental de la casa de los Molina (fue de los del Moral y los Orea). Calle Santo Cristo.

Arco de la puerta trasera de la casa de los Molina (antes del Moral y Orea). Calle Moreno Lázaro (antes calle de las Cruces)

Arco de la puerta Chica de la iglesia parroquial.

Arco de la portada principal de la iglesia parroquial. No es el original, que puede verse en el portal de entrada (liso y sin ornamentación).

Arco original de la iglesia que aún puede verse dentro del portal que se levantó en 1969-70.

La foto es anterior a la Guerra Civil.

Arco de la ermita del Santo Cristo, adosada a la casa de los Molina. Calle Santo Cristo.

Arco de la ermita del Santo Sepulcro. Calles Montejano y Sepulcro. Originaria de la iglesia de la Magdalena del antiguo pueblo (despoblado) de Robredillo de Záncara.

Arco anterior con más detalles. Al lado, los restos de la iglesia de Robredillo de Záncara, de donde lo trajo mi bisabuelo Tomás Sotos Molina a principios del s. XX.

Arco del antiguo cuartel de Las Pedroñeras. Fue casa de don Rodolfo Pelayo (luego de los Zapata). Calle Montoya (antes de la Tercia).

Arco rudimentario. Casa en calle Montejano (de los Molina: Adolfo Molina).

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