Chozo de los Sabañones.
Este fue uno de los viajecetes que hicimos este verano pasado el amigo Andrés y uno mismo al volante. Como ha estado pastoreando y trabajando en el campo por todas partes, se conoce bien la contorna, de modo que me indicó dos chozos que yo no tenía anotados en mi libro dedicado a la toponimia pedroñera. Y aunque resultaron ser belmonteños por estar sitos en término de este pueblo vecino, bien valió la pena el viaje. Huelga decir que a mí me encantan estas salidas a lugares cercanos de nuestro término y zonas colindantes para conocer mejor aún aquellos enclaves para uno aún desconocidos aunque ha pateado lo suyo; y más aún si se visitan en buena compañía, con una conversación reconfortante y nutritiva como la que ofrece siempre Andrés García Revenga, del que siempre se aprende, pues no solo sabe (y mucho; por no decir todo) de ganado, sino también del campo y de esa historia no contada del pueblo, que es la del trabajo y del día a día.
El primero que visitamos fue el chozo de los Sabañones, localizado al sur de la casa Guillén, muy cerca de esta. Perteneció a la familia de los Sabañones (José María Pacheco Ojero fue quien levantó el chozo, según nos informa su nieta Juliana Pacheco Izquierdo), de Pedroñeras, y de ahí su nombre. Estos Sabañones tenían tierras cercanas al chozo. Acudían a él los que trabajaban las tierras cercanas para ir a comer a mediodía (a echar mediodía) y las mulas podían comer en los pesebres que en el interior de este chozo había, hoy desmoronados entre los escombros. También era común resguardarse en su interior de la lluvia. Eran éstas tierras que los pedroñeros fueron comprando a los belmonteños. Uno fue "el hermano Dionisio Galindo "el Mudillo", que se quedó con 20 fanegas, a mil pesetas que eran las fanegas entonces", me aclara Andrés. El chozo estaba abierto a todo el que quisiera ir allí a cobijarse o a disponer de él para lo que fuese menester. Era normal este uso común de cualquier chozo de la comarca.
Para llegar hasta él conviene tomar la vereda hacia el norte y desviarnos por el camino que se dirige a la pozata Ginche (queda a la izquierda del camino, junto a unos árboles); desde aquí habremos de seguir como si fuésemos hacia la casa Guillén. Prácticamente al pasar la pozata mencionada, ya estamos en tierras belmonteñas. Como podéis ver en el mapa de situación, hemos de tomar un caminete que sale del principal y al final del mismo dejar el coche, de modo que para llegar al chozo tendremos que marchar unos metros a patita por lugar quebrado.
MAPAS DE SITUACIÓN
IMÁGENES DE CHOZO DE LOS SABAÑONES
El chozo está derruido, pero mantiene en pie (digamos) las paredes laterales, mientras que la bóveda anda convertida en cascotería en el interior de las mismas. Es un chozo de planta alargada, rectangular, con contrafuertes laterales y bóveda (cuando la tuvo) de cañón, al estilo del chozo los Bartolos, el chozo Culebra o el chozo Navarro (estos en nuestro término). Os dejo unas imágenes de cómo se encuentra en la actualidad.
El chozo, al fondo.
Andrés García Revenga dándome una mieja de explicación sobre el chozo.
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Pedriza camino del chozo Pablillo.
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MAPAS DE SITUACIÓN DEL CHOZO DE PABLILLO
Después nos dirigimos, Andrés y yo, al segundo destino que teníamos previsto visitar. Nosotros llegamos hasta el chozo Pablillo tomando diversos caminos desde el chozo de los Sabañones (según veis en el primer mapa), pero si uno quiere ir directamente desde Las Pedroñeras, lo ideal es coger el camino de la casa el Sol (que podemos tomar desde la carretera de La Alberca) y seguirlo hacia el norte hasta llegar al pinar del Zurra, y desde allí seguir los caminos (lo podéis ver en los mapas, aunque lo ideal será entrar a Google Maps y hacerse uno una composición de lugar para, posteriormente, trazar la ruta).
Según me informa Andrés García, el chozo Pablillo perteneció a este, de nombre Pablo Galindo, que era de Pedroñeras. Las tierras eran de Belmonte, pero muchos pedroñeros, como Pablillo, compraron por esta zona.
El de Pablillo es el Chozo 2 y el de los Sabañones el Chozo 1.
(para que veáis más o menos su situación con respecto al anterior).
IMÁGENES DEL CHOZO DE PABLILLO
El chozo Pablillo (como se le ha llamado popularmente) está dentro de un "complejo" de edificaciones entre las que destacan una casa, de la que solo quedan los paerazos y un corral también muy derruido. Y así mismo está el chozo, con el techo o cúpula en el suelo. Este, a diferencia de aquel que vimos de los Sabañones, es de planta circular como son la mayoría de los que poblaban esta zona conquense. Todavía se conserva su entrada, con un a losa que hace las veces de dintel. Pero el resto -como podéis ver en esta selección de fotografías- está derrotado. Lo encontramos todo inaccesible y abandonado, comido por las cardonchas. A uno le embarga la tristeza pensando en la vida que hubo de haber durante años en torno a estos chozos y edificaciones levantadas con y sobre la tierra, pues dan la impresión de un cadáver abandonado al amparo de la climatología. Da pena, da pena verlo ahora así catapultado al olvido o a un limbo de inmisericorde correspondencia, de vil lejanía.
Se trata de un lugar tomado por las tobas. El chozo es un elemento más
de un complejo de construcciones. Todo derruido.
Entrada con dintel del chozo Pablillo.
PARA UNA EXPERIENCIA TOTAL
DE LO QUE CONTIENE EL TÉRMINO
DE PEDROÑERAS Y DE SU DESCRIPCIÓN E HISTORIA
(estos 2 libros de abajo, hasta agotar existencias)
Y no te olvides de este
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