por Javier Cano Galindo y Vicente Bonillo Nieves
(investigadores)
Cuevas,
información general
No
todas las cuevas son accesibles en la actualidad, pues algunas se encuentran
derrumbadas, tapiadas o llenas de escombros, aparte de las que no se tiene
permiso de acceso por parte de los propietarios.
Las
cuevas se excavaron todas en el nivel de arcillas, profundizando en él de 2 a 3
metros bajo la cota de la calle. Sus dimensiones coinciden estrictamente con
las dimensiones del solar original de la casa a la que pertenecieron. Al
dividirse la casa por cuestiones de herencia o de compraventa, también se
dividiría la cueva subyacente, en algunos casos cambiando la entrada a la
cueva.
La
estructura básica de la cueva consiste en una escalera de acceso, bien recta o
en ángulo, que parte de una trampilla en el suelo o una puerta vertical
convencional, tras la cual se disponía una bajada. Tras ello, se dispone una
galería de varios metros a cuyos lados se disponían huecos un poco menos altos
que la galería, donde se depositaban las tinajas. En las cuevas más grandes
había una galería principal que conectaba con otras secundarias. Las galerías
nunca son rectas, sino irregulares, y las paredes pueden estar reforzadas
mediante tabiques y, en los casos más elaborados, toda la cueva puede estar
revestida. Están construidas de mampostería y enlucidas con cal y yeso.
Otro
elemento básico sería el respiradero, unos pequeños vanos en el techo cuya
función sería la de ventilar el espacio y evitar la acumulación de excesos de
humedad.
Las
cuevas se utilizaban a modo de despensas para conservar frescos los alimentos y
para terminar de curarlos. En algunos casos se ha constatado la producción de
vino a muy pequeña escala.
Fotografías de la cueva anteriores a la excavación
Excavación y estructura
El
proceso de excavación y rehabilitación de la cueva lo realizamos sacando todos
los escombros y la tierra de la propia cueva. La mayor parte de la cueva se
encuentra revestida de yeso de albariza, aunque podemos ver algunas zonas, como
las paredes y techo, enlucidas con cal, posiblemente de su última restauración
en 1957. Al igual de lo que ocurre en otras cuevas, esta se encuentra
construida por mampostería, aunque también se da la presencia de la
reutilización de la tierra con las que se excavó como un elemento destacado en
su construcción, apreciándose claramente la tierra propia del subsuelo en las
mismas paredes, donde se había perdido el revestimiento.
La
estructura de la cueva consiste en una escalera en descenso de 3,80 metros. No
posee trampilla ni puerta de acceso en la actualidad. El tabique que sujetaba
la puerta de acceso fue derrumbado. Antes de bajar por la escalera, se disponen
dos baldas, que se utilizarían para depositar alimentos y utensilios de cocina.
Al
final de la escalera de acceso tenemos una primera sala, con un hueco pequeño
en su parte izquierda para depositar objetos. Esta sala tiene de 2,05 metros
de diámetro y consta de una puerta de acceso a la galería principal de la cueva de 2,00
metros de altura. Se encontraba completamente llena de tierra y escombros al
comienzo de la excavación. La puerta se encontraba en vertical, separada de la
pared y sujetada por la propia tierra. Gran parte de esta procedía del techo, derrumbado parcialmente.
En
la galería principal, se puede constatar la presencia de una tosca bóveda de
crucería, la cual permitía el desplazamiento del peso de toda la estructura
hacia los pilares contrafuertes y arcos de las puertas, quedando el grueso del
muro como un mero elemento de cerramiento del espacio, lo que posibilita el
aumento en la extensión y el número de bóvedas para maximizar la capacidad de
almacenamiento, la realización de alguna actividad artesanal o de elaboración
de vino, o para la propia comodidad de los usuarios.
La
presencia de yeso y ladrillo en forma de escombros atestigua la implementación
de reformas sobre esta, que con el paso del tiempo se fueron debilitando y
derrumbándose pudiendo dejar a la luz los trazos de esta bóveda de crucería.
En
relación con lo anteriormente mencionado, es probable que el hecho de que en la
primera sala se diera tal cantidad de sedimentos, podría deberse quizá a un
diseño divergente de la bóveda de esta, siendo una sencilla bóveda de cañón que
desviaría el peso hacia toda la estructura, viéndose enormemente afectado un
sector de la pared por el propio paso del tiempo.
Tras
esta primera sala, se dispone la galería principal de una longitud de 4,80
metros y 1,50 metros de ancha, con varios huecos en las paredes donde se
depositarían las tinajas y los distintos alimentos que conservar. A esta galería
se accede a través de un pequeño pasillo que baja dos escalones desde el nivel
de la primera sala.
Al
igual que la sala de entrada, se encontraba llena de tierra y escombros. En la
oquedad de enfrente hay una tinaja que se encontraba a medio enterrar al inicio
de las excavaciones. La oquedad donde se encuentra tiene 89 centímetros de
extensión. Esta galería principal se encuentra dividida en 4 secciones, cada
una con su bóveda de crucería, las cuales poseen distintos tamaños, al ser algo
irregular la propia galería. En el extremo izquierdo de la galería encontramos un
respiradero que se encontraba tapado, haciendo que toda la cueva tuviera exceso
de humedad, aumentando aún más el riesgo de derrumbe.
En
la sección de la derecha había un pequeño hueco en la pared para depositar
utensilios, el cual estaba completamente tapado por gran cantidad de tierra. Dentro del mismo encontramos varias botellas de vidrio y dos huesos de cordero.
En el extremo derecho de la galería había un tapial de ladrillos de adobe en su
mayoría, aunque también rasillas en su parte superior. Dicho tapial fue
derrumbado y sacado de la cueva para pasar a un pequeño hueco a mayor altura
que la galería. Tras este encontramos la continuación de la cueva tapiada por
grandes piedras adheridas con cemento y argamasa, dando lugar al subsuelo de
otra vivienda. En la parte derecha de este hueco se encuentra el pozo, tapiado
casi por completo por cemento, salvo una pequeña oquedad que permite ver dicho
pozo.
Historia de la cueva y utilización
Tras entrevistar a un familiar de parentesco cercano
de los dueños originales que compraron el terreno correspondiente y levantaron
la casa familiar, se puede deducir que la casa puede estar datada entre los 80
a 90 años de antigüedad. Según los propios testimonios de las personas
entrevistadas en el momento de la compra de la parcela donde se ubica la cueva, esta ya existía, ubicándose en un corral que sería lo que ocupaba entonces
aquella parcela, además de varios cuartos donde depositar los aperos de labor
del campo.
Con la investigación de las fuentes primarias
textuales descubrimos que, efectivamente, según el testimonio del entrevistado, el terreno que era un conjunto de cuatro cuartos y un corral junto a la cueva
fueron adquiridos y se edificó una casa en el año 1940. Anteriormente esta
propiedad pertenecía a Emilio Alarcón quien, en 1926, la obtuvo mediante una compra
al anterior propietario Julián Alarcón. Por lo que podemos datar esta cueva, a
falta de documentación fue realizada en del siglo XIX, aunque podría remontarse
al siglo XVIII.
En cuanto a la cueva en sí, se ha proporcionado más
información acerca de su uso, ya que en la casa se realizaba la tradicional
matanza, depositando los cuerpos de estos animales ya despiezados en la cueva
para una óptima y más duradera conservación. En cuanto a la propia estructura
de la cueva y en consonancia con algunas de las leyendas de la localidad se
dice que esta compartía comunicación con otras 3 o 4 cuevas más (la
investigación de las mismas no será posible ya que en los años 80 las
susodichas cuevas fueron sepultadas en su totalidad con piedra y hormigón) y
que estas a su vez podrían formar parte de una red aún mayor que abarcaría toda
la zona de la Plaza de los Alcaldes, donde se ubica el ayuntamiento, y que
incluso podría comunicar con el castillo de Santiago de la Torre.
Fotografías de la cueva tras la excavación
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