Este que veis arriba es un escudo heráldico o nobiliario que aún puede contemplarse en la fachada de una casa pedroñera de la calle Mayor. La casa en la que, en su origen (hace años), figuraba era mucho más grande, siendo el centro de ella la puerta y arco de piedra de la actual casa de la familia Carrión-Sotos, esto es, la de Damián y su esposa, Carmen. En los años 80 (lo recordamos muy bien) aún podía verse
un segundo escudo al otro lado de esa portada, más o menos a la misma distancia de ella en que se encuentra este, pero en el lado opuesto. Esta casa perteneció a los Baíllo-Bosch. Otra casa, por cierto, de la que valdría la pena investigar su historia; bueno, de esta y de todas las que conforman el patrimonio civil de Las Pedroñeras, que espera un estudio de urgencia.
Pero es de ese otro escudo del que quisiéramos hablar. Del que ya no está.
Hace unas semanas, se puso uno en contacto con un archivero que anduvo trabajando en nuestro pueblo en el archivo consistorial durante bastantes años (M.M.G.). Al hilo de una extensa, amable y enriquecedora conversación salió a relucir este escudo, el desaparecido. "¿Desaparecido?", se extrañó él. "Vamos a ver, a finales de los años 80 se hizo casa nueva en la fachada donde estaba tal escudo, y, por mediación mía -decía este archivero-, el Ayuntamiento de la localidad compró este escudo". ¿Cómo? ¿Que el escudo perteneció al Ayuntamiento de nuestro pueblo?", le dije yo. "Claro, fui yo el que insistí en que se comprara para que no acabara en manos ajenas a este pueblo. Archivada debe de estar la factura y la orden de compra y demás". "Pues ilumíname, porque no tengo ni idea de eso". "Sería algo inaudito que el escudo hubiera desaparecido después de comprarlo. De hecho lució durante un tiempo (según yo recuerdo) en la entrada del ayuntamiento, en el portal de entrada", me decía él, ya excitado.
Yo alucinaba. "Mira que me extraña que no esté ahora por ningún lado. Hubiese sido ideal para el embellecimiento y prestancia del museo municipal", le dije. Entonces él se empezó a poner más nervioso. No podía comprender que algo así hubiera sucedido, que desapareciese una pieza así adquirida por el Ayuntamiento de Pedroñeras con el dinero de todos. No podía concebir que alguien se lo hubiese adueñado. Él mismo recordaba haberle hecho una foto cuando estaba en la fachada antigua, foto que no sabía por dónde pararía.
En la fachada de la casa de ladrillo rojo lucía ese desaparecido escudo.
Y yo pregunto ahora: ¿Dónde está el escudo de piedra, escudo nobiliario que se mostraba en la antigua casa de los Baíllo-Bosch? ¿Dónde para ese escudo comprado con dinero público por nuestro Ayuntamiento? ¿Se guarda en el edificio consistorial? ¿Algún espabilado se lo ha engarruchado? ¿Algún trabajador de nuestro Ayuntamiento podría aportarnos algo de luz sobre esto? Nos gustaría que esta cuestión se dilucidase. Al menos para que todos quedásemos tranquilos pensando que ese elemento histórico, ese elemento patrimonial, esa pieza que a todos pertenece, aún se encuentra en nuestro pueblo y en manos de nuestro consistorio. Si es así, aplaudamos todos. Si es así, pues pediríamos que se expusiera al público... y no sería un mal lugar nuestro museo local. Así sea. De no ser así, pidamos (nosotros ya lo hacemos desde aquí, a voces) que nos aclaren qué pasó con él. Es de ley. ¿O no?
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