FELIPÓN, LA SIEMBRA DEL AJO AL QUINTO y LA TONTERÍA DE ALGUNOS (capítulo 36º) | Las Pedroñeras

Etiquetas

Adivinanzas (1) Ajos (70) Álbumes y cromos (13) Anécdotas (6) Antropología médica (2) Arqueología (5) Artículos en otros medios (6) Artículos en Pedroñeras 30 Días (71) Aviador Laureado Félix Martínez (7) Basura Espacial (9) Belmonte - por Miguel Ángel Vellisco (120) Bodegas antiguas (1) Calendarios (1) CALLEJERO (16) Cancionero (57) Carlos Martínez Rubio (1) Carnaval (1) Censo - Población (22) Chozos (4) Cine (2) Cortometrajes (1) Creencias pedroñeras (3) Cuentos y chascarrillos (4) Curiosidades (65) Documentos de Ignacio de la Rosa (9) El rincón de Teresa (20) Entrevistas (14) Fiestas (35) Folclore (3) Folclore infantil (31) Fósiles en Pedroñeras (2) Foto semanal (11) Fotografías y postales (56) Fotos del Lugar (14) fútbol (1) Grupos de música (1) Guerra Civil (10) Habla pedroñera (89) Historia pedroñera (233) Historias de Vicente Sotos (2) Huertas pedroñeras (6) I.E.S. Fray Luis de León (11) Iglesias y ermitas de nuestro pueblo (10) Instituto (5) Inundaciones en Las Pedroñeras (7) Julián Escudero Picazo. (11) La sección de Enrique Guijarro (3) La sección de Fabián (242) La sección de Vicente Sotos (72) Libros (5) Libros de las fiestas (8) Libros sobre Pedroñeras (99) Literatura sobre Pedroñeras (37) Lugares emblemáticos (3) Mapas (4) Mata Hermosa (4) Medicina popular (1) Memorias (44) Microrrelatos (9) Miscelánea (16) Mojones (3) Molinos (1) Motes de Pedroñeras (10) Museo del labrador (11) Naturaleza de nuestra Mancha (21) Naturaleza en Pedroñeras (13) Neruda (1) Noticias Pedroñeras (26) Origen del nombre de Pedroñeras (3) Paisajes pedroñeros (1) Palabra de Saturio (6) Patrimonio pedroñero (23) Pedroñeras fuera del pueblo (1) Personajes famosos (38) Platos típicos (2) Pluviometría de Pedroñeras (132) Poesía (1) por Pedro Sotos (3) Pregón de las fiestas (4) Pregones (1) Prensa histórica-Noticias históricas (59) Prensa y revistas (3) Promoción (1) Quinta 69 (2) Quintas (3) Recetas pedroñeras (15) Refranes con ajo (1) Relaciones de Felipe II (1575) (8) Relatos (4) Reportajes fotográficos (17) Riada del 2009 (1) Rutas pedroñeras (1) Santiaguillo (5) sellos (16) Tesis Mª Pilar Martín Alonso (11) Toponimia (87) Usos y costumbres pedroñeras (18) Varios (22) Viajecetes (13) Vídeos (65) Virgen de la Cuesta (6)

jueves, 23 de junio de 2022

FELIPÓN, LA SIEMBRA DEL AJO AL QUINTO y LA TONTERÍA DE ALGUNOS (capítulo 36º)

 


por Vicente Sotos Parra



Son los años sesenta y en el lugar, al igual que el resto del país, llamado también La Piel de Toro, se empezaba a vislumbrar cierto progreso. La gente empezaba a dejar las borricas y las mulas para cambiarlas por los carromatos y tractores con sus remolques, que sustituían a los carros y a las galeras.

Esto le paso  al tío de Felipón.

Luis era pionero en sembrar ajos al quinto sin tener tierras en propiedad. Esto suponía que de cada cinco haces de ajos uno era para el dueño de la tierra.

Si el hijo era pillo es porque tuvo buen maestro. A la hora de atar y hacer, los haces siempre el que hacía el 5º le sobraba media cordeta, mientras que a los que le precedían faltaba. O en el rodal  donde eran más pequeños les solía contar cuatro o cinco seguidos. Así, de esta forma, les dejaba al dueño de la tierra lo peor de la cosecha. Mientras Luisa, Felipa, Luis y Luisito ataban, Raimundo y Felipón empezaron a cargar lo atado.

Cuando Felipón tiraba los haces de ajos a la galera, uno en cada mano queriendo emular a su ídolo el Jabato, en su ignorancia y lleno de justicia lo empezó hacer tal y como Raimundo le dijo que lo hiciese: cuatro sí, dejas uno. No tenían ni una hilera de haces cargados en la galera cuando su primo Luisito le dijo a su padre que el tonto de Felipón no sabía contar.

Arreando donde estaban cargando, le dijo Luis: No lo haces bien, hermosón: los gordos son para nosotros y los pequeños pa el de la tierra. Mira, tu primo te dirá los haces que tienes que tirar a la galera.

Así, el listo, enclenque, mocoso y legañoso del primo seleccionaba los haces que Felipón tenía que poner a su tío Raimundo encima de la galera; mientras las camisas del tío y del sobrino se podían escurrir, el listo del primo se limpiaba lo mocos.

Cuando el dueño de la tierra le decía "¡Luis, me has jodíoo!", este contestaba: "el año, que no ha sido bueno para ninguno" ¡Sí, pero del rodal que eran gordos no he visto ni un haz!"  Jornales pocos ya que Raimundo, Luisa, Felipa y Felipón le ayudaban a la “torna” las mulas y la galera de Raimundo. 

Fueron años en los que Luis amasó cuartos para dar la entrada de un tractor, pues aunque no tenía tierras que labrar, empezó a dar peonás con el tractor para otre haciendo con el tractor el desfonde para plantar viña que facilitaba la faena de ahoyar. Luego se compró una segadora dando también un plazo de señal. Todo esto no era para trabajar menos y tener menos dolores de cabeza, sino para todo lo contrario pues tenía que trabajar de noche y de día ya que las letras se lo comían vivo no teniendo en ocasiones para hacerles frente. Acudía a Raimundo para que le prestase los cuartos. 

-Ando jodíoo de cuartos, este mes no puedo pagar la letra del tractor. 

-Na, que a ver si me podías dejar unos cuartos que me faltan. 

-Na, que he reventao la rueda y no tengo cuartos pa otra. 

-Como el chiquetee está en la Mota y no puede echarme una mano, a ver si pudieras ir tú con las mulas a darle con la binaera al piscajo de la Cañá las Varas.

Raro era el mes que no tenía un pito o una flauta, y siempre acudía para que le echasen una mano a los mismos y estos siempre dentro de sus posibilidades así lo hicieron.

Luisito solía decirle, cuando se cruzaba con Felipón:

-Felipón, Felipon, tú vas en bicicleta y yo voy en un tractor. Tú te cansas de darle a los pedales; de ir sentado me canso yo, Felipón. 

Todo el pueblo lo envidiaba los cuartos que parecía tener, y que no tenía. Así su hijo era el más curro del lugar, presumiendo de tener más cuartos que nadie, y en los bares alardeaba a diestro y siniestro de lo que él y su padre tenían, lejos de contar las deudas que eran cada día más grandes.

Las cosas se torcieron en un accidente del tractor. Luis se quedó inútil para trabajar por lo que su hijo también se quedó inútil. Esa fue su herencia, vivir con el montón de deudas. Pasó de ser el más curro del lugar a ser el más curro deudor.

En esta sociedad que nos ha tocado vivir, el aparentar es lo que prima, y ensalzamos a esos que con signos de opulencia se creen ser listos y ricos viviendo de las apariencias.


(CHASCARRILLO)

La mayor herencia que

a los hijos se les puede dejar

es la  ejemplaridad

que cada día se les da.


Fueron muchos los ricos-pobres 

que la ejemplaridad de herencia

no la quisieron dejar; así fueron

de avaros con la ejemplaridad.




Las cosas materiales son indiferentes, pero como las usas no.

Tu uso de ellas puede ser bueno o malo.

(EPICTETO)

No hay comentarios:

Publicar un comentario