Los libros de Ángel Carrasco que nunca escribí

Ángel Carrasco Perera (al que nunca he tenido el gusto de conocer como a otros tantos angelcarrascos que han sido en el planeta Tierra a lo largo de la historia de la humanidad)

A veces me llaman por teléfono, me escriben un correo, recibo un mensaje por whatsapp o por el messenger de Facebook. Me dicen: "Oiga, le queda algún ejemplar de tal o cual libro". Oigo (leo) el título y me pregunto, tras unos segundos de desconcierto: "¿Pero cuándo escribí yo ese libro?" Y caigo en la cuenta. "Es otro de mis improbables lectores", me digo. "¿Pero no es usted Ángel Carrasco?" "Sí, está usted en lo cierto, pero no su Ángel Carrasco. No es a mí a quien busca, amigo". Y se despiden casi siempre a la francesa quizá para evitar que les ofrezca mi mercancía, o (también los hay) pidiéndome perdón por la molestia. No la hay; forma parte ya de mi vida y del anecdotario que la rodea, que es pobre, evidentemente, y no da para escribir diarios y esas cosas. 

Y siempre me acuerdo de una anécdota universitaria, de cuando yo andaba estudiando por la Universidad Autónoma de Madrid (la UAM). Había allí otro "Ángel Carrasco" que  estudiaba en mi facultad, aunque no Filología Hispánica, que es lo que a uno le dedicaba sus días por los Madriles, sino Historia. Pues resulta que este homónimo, fijaos, estuvo un largo tiempo saliendo en la prensa pues se declaró insumiso y en huelga de hambre. Corría el mes de mayo de 1991 y yo recortaba las noticias en las prensa referidas a ese Ángel Carrasco delgaducho y con barbas de varias semanas. Hubo pancartas en la universidad, hubo manifestaciones (buscad en la prensa del momento) y hubo firmas en los pasillos de la Autónoma en su apoyo, y uno ¡como no podía ser de otro modo! firmó el manifiesto. Firmé, miré a la chica y le dije "Si no firmo yo, no sé quién va a firmar, ¿no?" Miró mi nombre y sonrió. Luego, casualmente, Ángel Carrasco Tezanos, que era su nombre completo, fue compañero mío en un instituto. El destino nos había unido y un día le recordé aquellos años pasados insumisos y nos echamos unas risas. Y no sé si le llegué a enseñar mis recortes de prensa.

En fin, amigos, por aquí os dejo unos cuantos libros que nunca escribí. No, no son míos. Ni siquiera somos familia (cercana). Tampoco soy Ángel Carrasco Perera ni Ángel Carrasco Galán ni Ángel Carrasco Sanz ni Ángel Carrasco Campos ni...