Jesús Ramírez fue un maestro albañil, o maestro de obras, que nació y vivió en Pedroñeras entre 1917 y 2002. Partiendo de notas suyas escritas en un bloc donde llevaba el control de sus obras, traemos aquí una muestra de obra menor realizada en el pueblo entre los días 25 a 28 de febrero y el 2 de marzo de 1957 en casa de Nino García “Birgolo”.
Antes de amanecer, los albañiles que trabajaban en la cuadrilla que dirigía Jesús, se presentaban diariamente a la puerta de su casa, en la calle de San José, 54, para informar al maestro de alguna novedad del día anterior que no hubiera visto él en su visita diaria, o de las posibles necesidades que cada día llevaba consigo una obra, y recibir, así, las órdenes oportunas.
Allí, frente a la casa del maestro citada, que hacía esquina con la calle Barajas, tenía Luisa Araque una pequeña tienda o bazar con una campanilla que avisaba al abrir la puerta, donde podían comprarse desde unos higos, vino, pan, “bolillas de duz”, entre otras muchas cosas. En el pequeño espacio que separaba puerta y mostrador, cabían dos o tres clientes, y era costumbre entre los albañiles tomar una “copeja” de anís o de coñac para entrar en calor, como primer alimento del día.
También, si eran necesarias herramientas mayores que no había en la obra, como un cuezo, una escalera de mano o unos tapiales, un pico o una pala, una cama de andamio, tablones, reglas o cuerdas..., los albañiles pasaban a la casa del maestro y los sacaban desde el corral, que estaba al fondo de la casa, recorriendo todo el pasillo y el patio, dejando la puerta abierta todo el tiempo, por lo que algún miembro de la casa que ya andaba trajinando a veces protestaba.
Las herramientas menores, como paleta, martillo, piqueta, nivel y plomada lo aportaba cada albañil a la obra que fuera destinado y, si era “amasaor”, también tenía que llevar la “radera” con la que remover y amasar el yeso en el cuezo.
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En los días de febrero y marzo señalados al principio, los albañiles que iban a trabajar a la obra que había encargado Nino fueron, además de Jesús Ramírez, que no faltó ningún día a la obra como visita de dirección, Venancio Granero, que fue también los cinco días, José Grande, también de lunes a viernes, Abilio Carrasco, tres días y medio, Fernando Cabeza, lunes y martes, José Vicente Araque, un día, y Lázaro Cano, también los cinco días. En este orden los relaciona Jesús en su cuaderno de notas, en el que además de llevar el control realiza todas las operaciones y relación de diversos materiales, así como la valoración final de la obra. Esa era su contabilidad y le iba bien.
Los materiales necesarios empleados en la obra fueron los siguientes:
El día 26 de febrero el yesero descarga 1.580 kilos de yeso de albariza, el día 27, otro viaje de 1354 Kg., y el día 2 de marzo, un viaje más de 980 Kg.
Hay que recordar que el yeso se transportaba en carros grandes y fuertes capaces de aguantar grandes cargas, con animales uncidos en reatas, normalmente pares de mulas o machos y un borrico delante a veces, o en otros casos, todo eran borricos enteros. Los carros venían cargados con saquejos de unos quince o veinte kilos, preparados para descargarlos a granel en atrojes hechos a propósito o capachos de esparto y la “polvisca” que movían, hacía que los yeseros o , al terminar de descargar, salieran blancos, como los diablos, aunque el yeso fuera siempre de albariza, de los hornos o fábricas de yeso que había en El Pedernoso.
Los días 26 y 27, el aguador trae dos cubas de agua cada día. El día 28, trae otra cuba, y el día 2 de marzo, descarga la última cuba en los bidones metálicos de doscientos litros que era frecuente disponer en las obras.
La cuba de agua, de unos quinientos litros, la transportaba el aguador del pueblo, que durante mucho tiempo fue Antonio, también en un carro grande tirado por una mula torda que en las cuestas arriba tensaba sus músculos echándose hacia delante y en las pendientes, para frenar tal peso, apoyaba su culo empujando hacia atrás mientras tensaba los zajaores, además de la ayuda del carretero echando la galga. Luego el agua la descargaban en los bidones metálicos de doscientos litros de capacidad, procedentes en muchos casos de los alquitranados de carreteras. Estos bidones estaban en la obra de principio a fin y, como otras herramientas, las proporcionaba el maestro.
Jesús escribe también: "Día 27 de febrero, madera para las tijeras" [que ya en los años 60 se llamaban “tiseras” pero él decía siempre “tijeras" a los palos que formaban la estructura de la cubierta que junto a las “tirantillas” y el carrizo soportaban las tejas]. A continuación, anota: "seis palos".
El día dos de marzo, traen también en un carro treinta gavillas de carrizo [carrizo que, tal como cuenta Isidora Pérez en sus memorias, tenían que irlo a segar a las vegas y a los ribazos del río, y traerlo en un carro que alquilaban a la Zoa, carro del que tiraban la yunta de borricas que juntaba Julián “Pecherre” con Fernando “Segovia”]. Naturalmente, habría otros que se dedicaban a cortar y traer al carrizo a las obras.
El mismo día dos de marzo, también llevan a la obra doce cadejos de esparto, cinco “tirantillas” y 190 rasillas. Más tarde, el mismo día, tuvieron que llevar dos cadejos de esparto más que parece necesitaban para terminar de poner el zarzo. Colocados los palos con la corriente adecuada, se fijaban a ellos las tirantillas mediante clavos de enlatar, así se conocían y se pedían en las ferreterías. Tampoco cita Jesús en esta obra los clavos que fueron necesarios, aunque, en páginas posteriores del bloc comercial que usaba Jesús par la misma obra, añade no solo clavos de enlatar, sino más materiales y algún otro albañil. La obra duró más días.
Sin duda ese día, una vez terminaran de enzarzar, pondrían las tejas. Sin embargo, de las tejas, Jesús no dice nada, probablemente porque estas ya las tenía Nino, o bien porque las hubiera retirado de un tejado anterior cuya cubierta había cedido o quizás porque las hubiera adquirido él por otros medios. Una vez cosido el carrizo con los cadejos de esparto sobre las tirantillas y las tijeras, las tejas se afianzaban o se cogían sobre el zarzo mediante barro. No se usaba yeso ni cemento en aquel tiempo para coger las tejas.
La valoración económica final de la obra quedó así:
Mano de obra
Jesús Ramírez por dirección de obra 5 días,……………… 90,00.- pesetas.
Venancio Granero 5 días a 48 pesetas ………………….… 240,00.- Pts.
José Grande 5 días a 40 pesetas ………………………...… 200,00.- Pts.
Abilio Carrasco tres días y medio a 33 pesetas ……………..115, 50.- Pts.
Fernando Cabeza, 2 días a 30 pesetas ……………………....60,00.- Pts.
José Vicente Araque 1 día 33 pesetas ……………………… 33,00.- Pts
Lázaro Cano 5 días a 33 pesetas ……………………………165,00.- Pts.
Total …………………………………………………………903, 50.- Pts.
Seguro accidente …………………………………………….45, 00.-Pts.
Total …………………………………………………………948, 50.- Pts.
Materiales:
6 palos a 80 pesetas…………………………………………… 480,00.-Pts.
30 gavillas de carrizo a 4 pesetas,……………………………...120,00.- Pts.
12 cadejos de esparto a 2,75, total………………………………33,00.-Pts.
2 cadejos de esparto a 2,75, total ………………………………5,50.- Pts.
5 tirantillas a 4 pesetas total …………………………………….20,00.- Pts.
190 rasillas por importe de ……………………………………..123,50.- Pts
Total ……………………………………………………………..782,00.- Pts
El importe total de la obra asciende a 1730,50.- Pesetas
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