La mata Hermosa o mata Grande (22 de noviembre de 2020)
Todos los años la visitamos y siempre me sorprende. Tiene algo que atrae y que siempre maravilla. La mata Hermosa lo está mucho este año. Da gusto verla y animo a todo el mundo (pedroñeros en especial) a no perderse por nada del mundo esta visita que en hora y media la dejamos apañada y se vuelve uno para casa distinto, mejorado, y, desde luego, nunca arrepentido de haberse acercado a nuestra MATA. Una ejemplar de esta naturaleza en nuestro término vale mucho la pena. Una visita inexcusable para todo pedroñero (aunque esto creo que ya lo he dicho; perdonadme).
Este año nosotros cambiamos de ruta y llegamos a ella tomando el carreterín que sale desde (la circunvalación de) El Provencio hasta Socuéllamos. Valió la pena, porque uno ha de cruzar el monte Jareño y estaba verdaderamente bello. A la vuelta, eso sí, regresamos por el camino de la Mojonera, dejando a un lado La Pertusa y al otro La Torrecilla, hasta llegar a la aldea de Miravillas. Es el que siempre hemos tomado.
Cogimos unas bellotas, del suelo, que es donde estaban las pocas que ya quedan. Gordas y dulces como ellas solas. Así que, aparte de las fotos, nos fuimos merendados.
Pero no me gustó una cosa, algo que tiene remedio, claro. Uno de sus principales puntales, de los que sujetan uno de sus más poderosos vástagos, está en el suelo. Por cualquier motivo (y no quiero pensar mal, aunque uno tienda a hacerlo en estos casos), está en el suelo. Habrá que ponerlo de nuevo con la ayuda de nuestro Ayuntamiento y algunos efectivos. Bien vale la pena hacerlo, que pocos pueblos pueden estar orgullosos de tener una carrasca, una mata gigante centenaria, tan hermosa y esplendorosa (este año) como la nuestra.
Os dejo con algunas fotos del viajecillo. ¡Y cuidad la mata! Es patrimonio de todos e imagino que cada uno de nosotros quisiera que nuestros descendientes se la encuentren al menos como nos la hemos encontrado nosotros. Por cierto, yo propondría desplazar el camino hacia la viña de al lado para aislarla y evitar que los coches pasen por debajo (por muy romántico que quede). Toda protección es poca.
El puntal en el suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario