por Vicente Sotos Parra
Muchas serán las dudas sobre lo que voy a contar, pero ya sea verdad o no, como me lo contaron yo lo cuento, y el que tenga dudas que se lo pregunte a los que allí estaban, que no fueron pocos.
Ángel Carrasco Sotos
por Vicente Sotos Parra
Muchas serán las dudas sobre lo que voy a contar, pero ya sea verdad o no, como me lo contaron yo lo cuento, y el que tenga dudas que se lo pregunte a los que allí estaban, que no fueron pocos.
por Vicente Sotos Parra
No creo que haga falta decir que Felipón no es que no tuviese padre, pues, a falta de uno, tuvo tres. El biológico que fue aquel falangista que pasó por el pueblo recién acabada la guerra, que estando hospedado en la casa del abuelo de Felipón dejó la Felipa en cinta. El otro. que lo bautizó, un tal Ángel Carrasco Sotos, y este juntaletras. A estos se les tiene que añadir este ¡Será por padres!
Han sido 10 litros más que en el mes de febrero del pasado año (ver aquí). Ha sido un mes que comenzó caluroso (sí, en pleno invierno) y ha terminado como está mandado con frío. Estos veranillos inapropiados e inéditos en mitad del invierno hace que todo el ciclo de la floración cambie, de tal manera que nacen las hierbas silvestres cuando no toca, florecen almendros, la gente sale a buscar setas, etc., etc. Cosas nunca vistas, vamos. En fin, a lo que vamos, que por aquí os dejo las lluvias de este mes, datos que sé que algunos esperan como agua de mayo.
ÁCS
En nuestro término municipal existen infinidad de cerros. Algunos hacen honor a su nombre, que viene a ser sinónimo de colina, alcor o altozano. Otros son tan insignificantes que no parecen hacer buenas migas con la designación de cerro. Y es que en Pedroñeras -ya sabéis- a cualquier elevación de una tierra le llamamos así, cerro. Así decimos: "En la parte del barranco la viña está más hermosa que en el cerro". Este llamado cerro Llanillo es de estos últimos, una mínima elevación del terreno como las hay a montones en el término de Pedroñeras. Y es que uno desconoce por qué algunas de estas elevaciones recibieron nombre y otras, no. Es algo que escapa a cualquier tipo de razón, pues es propio albur el que está detrás y opera en el bautizo o no de un cerrete.
por Vicente Sotos Parra
Durante gran parte del año, los pedroñeros/as dan diente con diente y muchas patadas en el suelo para calentar los pies; pero este rigor del clima no les quita el buen humor cuando llegan las fiestas del Carnaval en la que la tradición local manda divertirse de firme.