El pasado sábado, día 9 de septiembre, nos acercamos a la localidad vecina de El Pedernoso para ver la exposición de pintura rápida que desde hace unos años se celebra, una buena iniciativa que también se lleva a cabo en Mota del Cuervo y otros pueblos. Coincidió con el festejo del ofrecimiento a Jesús Nazareno, con lo cual también tuvimos la oportunidad de visitar la iglesia, que -tengo que decir- nos cautivó (abajo os dejo unas imágenes). Pero el motivo de esta publicación es otro, pues aprovechando esta visita, no me quise ir sin fotografíar las placas de la calle con el nombre de un pedroñero, hermano de mi abuela Victoriana y, por lo tanto, mi tío abuelo, llamado Isidoro Pérez Cabeza. Son más o menos nuevas, pues se renovaron hace poco. Pero os cuento.
Pensaba yo que Isidoro había muerto al inicio de la Guerra Civil, pero en una conversación con mi compañero Julio Pernía Caballero, concejal en este Ayuntamiento, me aclaró las cosas, más aún después de los documentos que me hizo llegar sobre él. Tengo que poneros en antecedentes.
Ya sabéis que el 16 de febrero y el 1 de marzo del año 1936 se celebraron las terceras elecciones generales de la Segunda República en España, tras las cuales salió vencedor el Frente Popular. Debido a fraudes atribuidos al bloque de derechas, se declararon nulas las elecciones de las provincias de Cuenca y Granada, por lo que tuvieron que repetirse el 3 de mayo en estas provincias. Es el caso que durante esos días hubo disturbios en las calles de muchos pueblos de nuestra provincia, propiciados por milicianos. En la localidad de El Pedernoso hubo disparos y dos de ellos dejaron dos muertos: Benita Molina Navarro, quien, sabiendo del tiroteo, salió a la calle en busca de sus hijos y una bala perdida le quitó la vida; e Isidoro Pérez Cabeza, que fue herido mortalmente por otra de estas balas y murió dos meses después debido a ello.
Julio Pernía no puede asegurarme la versión que en mi familia ha corrido: que Isidoro salió a socorrer a Perona, el amo al que servía, y recibió un balazo en consecuencia. No obstante, Julio nos pasa su partida de defunción y un documento ministerial donde se explica mínimamente lo ocurrido.
Es el caso que este pedroñero, Isidoro Pérez, según indica su partida de defunción, murió en El Pedernoso un 3 de julio de 1936, a las 5 horas, en su domicilio, siendo juez municipal Eloy Córdoba Algaba y secretario Ignacio Castilforte Frías. Tenía 43 años y vivía con su mujer, Petra Caballero Molina (con la que no había tenido descendencia), en la calle San Andrés, posiblemente en la casa que llaman de Jareño. Murió de septicemia de origen traumático. La septicemia se define como una "infección grave y generalizada de todo el organismo debida a la existencia de un foco infeccioso en el interior del cuerpo del cual pasan gérmenes patógenos a la sangre". La inscripción de su defunción se debió al criado de la casa José Algaba Pozo. Murió sin dejar testamento. Fueron testigos Anastasio Fresneda y Catalino Molina.
Algunos de los cuadros de la exposición de pintura de septiembre de 2023:
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