por Vicente Sotos Parra
Habían pasado los meses y cada vez el acercamiento con don Santiago el Páter del cuartel era más próximo por lo que su proximidad hacía que de vez en cuando tuviera encuentros que aprovechaba para que le aclarase esos puntos negros que no le solía ver con claridad meridiana, para sus entendederas.
Llegó un día en que la curiosidad
le picó por saber cuántos papas españoles se han sentado en la silla de Pedro.
Revisó la lista de papas y se encontró con solo dos, siendo las tierras
valencianas las cuna de los dos únicos papas españoles.
Fueron tío y sobrino: el tío
Calixto III (1455—1458) y Alejandro VI el sobrino (1492—1503)
Calixto III nació en la torre de Canals un pueblecito cercano a Játiva
donde fue bautizado.
Alejandro de Borja nació en Játiva
en 1432 y se convirtió en papa1492. Ya entonces era padre de dos hijos
celebres, César y Lucrecia. Su papado coincidió con el auge del Renacimiento.
En el Renacimiento italiano los
hijos/as servían, o eran poco más que refinado ganado para sus familiares
mercadearan con ellos/as para sus
alianzas políticas.
Si lo de Alejandro VI fue de llamar la atención por sus intrigas palaciegas con sus hijos que se le adjudican ocho o diez, su antecesor en el cargo Inocencio VIII era conocido por los siempre burlones romanos como Padre Della Patria, no por su carácter bonachón, sino por la treintena de hijos que se le atribuían.
Su predecesor Julio II
(1503—1513) este fue sucesor de Alejandro VI que a su vez era sobrino de Sixto
IV comenzó a ejercer como obispo y cardenal. Fue en este periodo cuando tuvo
tres hijas ilegitimas y acumuló una considerable fortuna.
La historia se repetía otra vez,
otro tío, y otro sobrino que llega a la silla de papa
Parecía que aquello de tener un tío
papa era sinónimo del sobrino sustituirlo.
Roma era un escándalo sin fin.
Prostitución regida por los purpuras líderes de la Iglesia, pederastia
regularizada, pobres bastardos por aquí y por allá, timbas dirigidas por la
Santa Sede y un largo etc. De ignominias que dejarían atónito a aquel humilde
profeta sin legado escrito llamado Jesús
el Cristo.
Quiso saber Felipón qué era lo que
don Santiago pensaba sobre la familia de estos dos papas españoles y
valencianos.
Respuesta.
Los Borgia fueron simplemente una
muestra más de la facciones de la Romadel Renacimiento, probablemente ni mejores ni peores que otras familias de la
época que le disputaron el poder en guerras a muerte. Solo que al ser vencidos
fueron blanco de las plumas acerosas y vengativas.
(CHASCARRILLO)
Calixto III fue el tío,
Alejandro VI sobrino.
Raimundo fue el tío de Felipón,
y no llegó a ser papa porque no quiso.
No quería que a tío y sobrino
nadie nunca los envidiaran.
Prefirió cavar viñas,
y coger aliagas.
Dormir en un camastro,
comer el pan de Cubero.
Y de la hermana Placida,
que es una vida más sana.
Siendo rico con poco, todo le sobraba,
sin que nunca le faltasen las ganas.
Pañuelo que le
quitasen los mocos,
con solo eso… Felipón se conformaba.
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En tres tiempos se divide
la vida; en presente, pasado
y futuro. De estos, el presente
es brevísimo; el futuro, dudoso
el pasado, corto.
(Seneca)
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