Otro álbum de mi colección de cromos pedroñera. Seguro que a muchos (de mi edad más o menos) os traerá muchos recuerdos.
En 1978 la editorial bilbaína Fher registraba este álbum para su lanzamiento sobre la serie nipona de anime Maziger Z. Estos "dibujos animados" habían cobrado tal éxito entre los pequeños (fervor casi religioso, diría uno), que los cromos no se hicieron esperar. Se vendieron como churros, como rosquillas, y todos coleccionaban (coleccionábamos) cromos de Mazinger Z. Los derechos, en todo caso, pertenecían a TOEI ANIMATION y DYNAMIC PRODUCTION. Pero, en fin, poco importa esto a nuestro propósito.
Sobre en que se vendían.
El álbum consta de 16 páginas más la portada y contraportada. La primera de las páginas se utiliza para créditos, y los reversos de portada y contraportada para publicidad (en el primer caso) y para marcar los números de los cromos conseguidos y la dirección de la editorial para comprar cromos por encargo (es algo que se repite en esta editorial).
Reverso de portada.
Reverso de contraportada.
Primera página para créditos con ilustración en verde.
La colección constaba de 180 cromos. Las páginas centrales servían para los dedicados a los protagonistas de la serie de dibujos y algunos brutos mecánicos con los que lucha Mazinger Z, trece en total. El álbum, por supuesto, no recoge los capítulos de toda la serie (91 en total, que uno tiene originales en cedé en caja ex profeso, como no podía ser de otra manera), sino los primeros. Y los textos que acompañan a cada cromo no hacen otra cosa que ir narrando tales episodios, a los que no se les da título ni se marca su separación de ninguna manera, y solo se distinguen por las páginas completas que ocupa cada uno de ellos.
En fin, uno dejó de creer en Dios para creer en Mazinger Z. Bueno, en realidad (y no invento nada), uno rezaba cada noche a su dios para que por la mañana aparecieran bajo su almohada un montón de cromos de Mazinger Z (más bien de los troquelados de los Tronkitos de Panrico) y al levantarse miraba y... no había nada. Un día tras otro. Es cuando empezó a anidar en uno cierto atenuado ateísmo. Y la culpa fue de Mazinger Z.
Os dejo por aquí el libro fotografiado completo para que lo disfrutéis en su totalidad. ¡Mazinger, planeador abajo! (pinchad sobre las imágenes y disfrutadlas a tope).
Páginas centrales.
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