ESTUDIOS SOBRE PEDROÑERAS QUE QUEDAN POR HACER: Tomad nota | Las Pedroñeras

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martes, 24 de marzo de 2020

ESTUDIOS SOBRE PEDROÑERAS QUE QUEDAN POR HACER: Tomad nota



Algunos piensan que ya hay mucho estudiado y publicado sobre Pedroñeras. Demasiado, incluso.  No es así. Para nada: ni hay mucho ni, por descontado, es demasiado. Pese a lo editado ya sobre Las Pedroñeras (recordad el vacío casi infinito que existía hasta hace solo unos años), aún queda mucho por hacer. Es una labor en la que tendrán que implicarse las nuevas generaciones, que vienen pegando fuerte, con ganas de investigar sobre su pueblo. No invento nada, muchos exalumnos que ya han terminado incluso la carrera universitaria me lo han hecho saber. Y uno -bien lo saben- siente una emoción enorme al pensar que el trabajo que uno ha iniciado tendrá continuidad, una continuidad reforzada e ilusionada. Y, encima, de calidad, lo que es fundamental.


Es un trabajo arduo el de la investigación, desde luego, y muchas veces no pagado (les aviso), ni tan siquiera moralmente pagado en más ocasiones de las admisibles. Pero el investigador ha de estar por encima de conductas políticas rastreras o ciudadanas indebidas (reprobables, infames e indecentes, incluso tirando a obscenas; como queráis llamarlas). Estas conductas solo intentan restar mérito al impagable trabajo, y sacrificado, del estudioso. Y lo hacen recurriendo a dos métodos muy eficaces: el silencio y la maledicencia. Su incultura no les permite ver que estos trabajos requieren de un esfuerzo ingente y no remunerado, y casi siempre extra con respecto al que cada uno desarrolla para llevar el pan a su casa. Esto les advierto a menudo para que no les pille de susto.

Quienes han realizado alguna labor de este tipo, abnegada y benefactora, saben perfectamente de lo que hablo. Quienes tengan una sana conciencia y sean personas de bien (esas personas que andan siempre en la boca de quienes no lo son) tampoco tendrán que pensar mucho para dilucidar al respecto. No es queja (que ya sabéis que solo acarrea descrédito), ni siquiera reproche, sino una realidad objetiva y comprobable. Uno ya está de vuelta en este sentido y con años suficientes para no andar recomido por esos desmanes, verdaderamente hirientes cuando uno es joven e inconsciente y le llega algún irracional e imprevisto palo. Es cuando comienza a cerciorase de que el mundo (esa selva de intereses) no es justo, sino perverso, y cae en la cuenta de que, aun siendo buenos, todos estamos expuestos a la barbarie y al sadismo que anidan en exceso en algunas infelices y pérfidas almas "humanas". Ahora, a nuestra edad, con que a uno no le quiten ya se conforma. Esto debería servir de lección a estos jóvenes que parten del optimismo absoluto a la hora de abordar estas investigaciones localistas. Hay que andar con la lección sabida y actuar en consecuencia.

Pero vayamos al grano, y dejemos la paja para quienes gusten de su ingesta. Hablábamos de esos futuribles estudios sobre Pedroñeras que de momento se encuentran en el vientre de la ballena. Démosles un somero repaso, aunque se quede mucho, seguramente, en el tintero.


La investigación no ha de atender a intereses personales
pero tampoco a circunstancias que propician el desánimo

Nuestro pueblo es una auténtica mina en la que clavar el pico de las investigaciones. Muchos son los ámbitos en los que indagar, y es imprescindible que esos trabajos de indagación se conviertan en libros y artículos que puedan llegar al gran público, más aún al lector pedroñero (que uno quiere imaginar siempre ávido de cultura sobre su pueblo, ávido por saber más sobre su entorno, aunque ¡ay! muchas veces no sea así). ¿Pero qué ha de importarle al investigador el número de personas que tengan esa curiosidad, ese interés, la cantidad de paisanos en los que, en el presente, se haya desarrollado una inquietud por saber sobre lo nuestro? Nada, ya os lo digo. Siempre habrá una minoría entusiasta en los sucesivos presentes que le espera a nuestra particular historia pedroñera. Y, más aún, al investigador serio... ¿qué han de importarle a él los números, más allá del resultado de un trabajo bien hecho y la importancia que este tenga para nosotros y para la historia de un pueblo? Nada, insisto. ¿Que se distribuyen menos libros que uno quisiera? Pues, indudablemente. ¿Y qué?

Por mi parte, uno ya ha investigado sobre el habla de nuestro pueblo, sobre su toponimia e historia, sobre las costumbres, pensamiento, vida y tradiciones; también sobre hechos insólitos. Por no hablar de su cancionero y romancero o de su folclore infantil, que tanto trabajo dieron (y borrones y cuentas nuevas). En otro libro, hablamos sobre el ajo, pero también se han reeditado obras desconocidas, con un aparato crítico, de autores pedroñeros o sobre Pedroñeras. Y todos esos conocimientos se han vertido en libros para que no perezcan comidos por el olvido. Unos tuvieron mejor suerte que otros, que parece niños abandonados a los que nadie quiere. Pero ahí están, resultado de un trabajo, y no piden pan.


Prioridad de digitalización de documentos de archivo

Pero, como digo, queda mucho por hacer. Una prioridad sería -y lo he dicho muchas veces- la digitalización de los archivos pedroñeros: del consistorial y del parroquial, que no andan precisamente escasos de interés, y algunos atesoran una antigüedad medieval. No todos los pueblos pueden decirlo. Y, bueno, que el resultado de esa digitalización completa se cuelgue y se haga accesible a través de Internet, cosa que facilitaría la investigación sin tener que recurrir a permisos y poder hacerla, así, desde casa, sin necesidad de manosear los legajos, cosa inconveniente, como es sabido, o de desplazarse y dar a los trabajadores del consistorio más trabajo del que ya tienen. Lo repito: es necesaria una digitalización profesional de los archivos históricos de nuestra localidad. Como también sería interesante hacer lo mismo con los libros de registro de nacimientos en el juzgado de paz. Esto último quitaría mucho trabajo, que son muchas las personas interesadas por el asunto de su árbol genalógico, por ejemplo. Un entretenimiento como cualquier otro.


Una historia que utilice fuentes primarias

Falta hacer una historia del pueblo basada en documentos de primera mano, en fuentes primarias, pues, como digo, casi la totalidad de esa documentación está virgen, o casi, en nuestro archivos, pero también en la cancillería de Granada, en los archivos conquenses o en el histórico nacional, entre otros muchos que habría que rastrear para elaborar algo sólido que no deje de lado documentos imprescindibles. Una parte, por cierto, de estos registros se pueden consultar ya por la Red, pues su digitalización avanza en tales organismos. Nos hacen falta historiadores con voluntad, capacidad de trabajo y con conocimientos (también en peleografía), que sepan moverse en esos ámbitos de lo erudito, de lo académico, de lo archivístico, de lo administrativo... con solvencia. Historiadores ambiciosos, quiero decir, de raza. Y hay muchos, y más que habrá en nuestro pueblo en años próximos. Ojalá se interesen por la historia y la cultura local y dejen un legado para nuestra comunidad.

Y echo de menos un libro sobre como esa guerra incivil en Pedroñeras, esa que asoló España de 1936 a 1939, ahora que se va acercando su centenario (poco que celebrar, pero sí mucho que recordar).


Se hace necesaria una investigación sobre nuestro patrimonio urbano

Hay algo que echo en falta de manera también principal. Se trata de un estudio sobre la historia urbana de nuestro pueblo. De cómo fue creciendo nuestro casco histórico, de cómo fueron naciendo nuestras calles, de cómo se fueron levantando las casas... Y de cómo ese casco fue modificándose a lo largo de la historia. Ese trabajo debería también contemplar un estudio de los monumentos de Pedroñeras, de sus casas, de sus cuevas... (del patrimonio urbano en su totalidad) y todo ello debería ir amparado por un discurso histórico serio y acreditado. Este estudio lo creo fundamental, pues poco hay sobre ello y lo que se publica y se republica no está ni contrastado, como si quien lo redactó por vez primera lo hubiese hecho dando palos de ciego acá y acullá. Es algo vergonzoso (con perdón). ¿Cómo nadie se habrá dado a investigar sobre nuestra iglesia, sobre su historia y descripción minuciosa? ¿Nadie, sobre las ermitas que hay y que hubo en el pueblo; sobre las casas solariegas y el arte -también rural- diseminado en nuestro pueblo y término? Y cuando digo "nadie" me refiero a personas con capacidad para poner en práctica esto, entre las que considero que no me encuentro.


También faltan estudios arqueológicos de nuestro término

¿Y qué me decís de un estudio de nuestro campo? Me refiero a un estudio arqueológico. Un estudio en profundidad sobre los pueblos que históricamente han pasado por aquí dejando su impronta. En nuestro término -ya sabéis- hubo otros pueblos o aldeas que desaparecieron (Záncara, Robredillo, Martín Ovieco, El Amarguillo...) y sobre los cuales apenas se sabe nada. La historia de estos se remonta incluso a épocas medievales y anteriores a tal período histórico. Haría falta hacer excavaciones y prospecciones arqueológicas en los lugares (yacimientos) en donde estuvieron enclavados, pero también en otros de la Edad del Bronce que permanecen vírgenes y, ya os adelanto, tienen un gran valor histórico para nuestra comarca.
      A ello habría que sumar el estudio paleontológico de aquellas zonas de nuestros campos municipales donde existen yacimientos de fósiles. En fin...


En definitiva, queda mucho por estudiar. No basta con lo publicado. Falta compromiso político, pero también personal por quienes están en posesión de la capacidad para llevar a cabo estos trabajos, y más aún (todo hay que decirlo) financiación, prioridad financiera para llevarlos a cabo en los casos que esta sea necesaria. No es una crítica a nadie en concreto (quizá sí lo sea al sistema de valores que nos rigen), sino tan solo unas propuestas con una batería de ideas y sugerencias que podría ampliarse a otros aspectos de estudio sobre nuestro pueblo de Las Pedroñeras. ¡Y es que... hay tanto sobre lo que escribir!

Vale.

1 comentario:

  1. Es un trabajo de titanes pero con voluntad interes y tiempo se puede conseguir

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