por Pedro Sotos Gabaldón
Me acuerdo del Pilar, fuente de agua para abastecer nuestro Lugar.
Me acuerdo de cuando iba y volvía junto con unas amigas con la cantarilla, apoyada en el ijar bajo el brazo, llena de agua. A veces, la usaban de escudo, con el fin de poder ver a su pareja.
El Coso, tenía como buque insignia el Pilar. Fue el abrevadero de todos los animales del Lugar (mulas, burros, ovejas, cabras...) y punto de encuentro, para saciar la sed.
Cuando paseo por las calles de mi Lugar y paso por el Coso, siento que falta algo... y es el Pilar, con su caseta y su abrevadero ovalado, arropando la caseta con su pozo dentro, con sus dos grifos acoplados a dos de sus paredes a cada lado.
El Coso tenía mucha vida siempre, era un trasiego de ir y venir, de labradores con sus yuntas de mulas y burros, pastores con sus ovejas y cabras y las mujeres a por agua con sus cántaros.
Si el Pilar no hubiese desaparecido, sería visitado por numerosos turistas, o así lo creo yo, porque posiblemente era único en España.
Por lo tanto, debiera haber sido cuidado y mimado, formando parte del patrimonio de nuestro Lugar.
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