Pajarita de las nieves
(Laguna de Manjavacas, Mota del Cuervo, feb. 2015)
por Job Moya Peraira
Si hay un ave característica del invierno y la entrada de frentes fríos, esa es la Pajarita de las Nieves (Motacilla alba), conocida también como lavandera blanca. Cuando llega, no pasa desapercibida, dejándose ver y oír de forma conspicua en calles de pueblos y ciudades. A menudo sobrevuela a los viandantes y vehículos emitiendo un reclamo característico: “pi-pit”. Los entornos urbanos la favorecen, así como la presencia de agua estancada, pues se alimenta de larvas, mosquitos y otros insectos acuáticos diminutos, por lo que resulta fácil observarla en charcas, desagües, depuradoras, piscinas, acequias o cunetas anegadas…incluso en canalones de tejados, durante la época de lluvia/nieve.
Pajarita de las nieves
(Laguna de Manjavacas, Mota del Cuervo, feb. 2015)
La proliferación de piscinas municipales y plantas de tratamiento de aguas residuales le permiten criar en la comarca desde hace algo más de una década, donde antaño sólo era invernante. No obstante, nidifican muy pocas parejas, normalmente en huecos de edificios, muros, huecos de contadores, canalones, etc. Su población se ve exponencialmente incrementada a medida que avanza o se encrudece el invierno, gracias a los individuos procedentes de la Serranía de Cuenca, norte de la península Ibérica y centro-oeste de Europa.
Pajarita de las nieves
(Tresjuncos, feb. 2015)
El color del plumaje es invariablemente negro, blanco y gris, inconfundible. Llama la atención su larga cola, con bordes blancos, que balancea mientras busca alimento en aguas someras o barrizales. El cogote y la nuca son negros, la cara blanca, y muestra un collar o medallón pectoral negro característico.
Conviene diferenciarla de su pariente la lavandera cascadeña (Motacilla cinérea), que se alimenta en aguas limpias y rápidas, también invernante, aunque mucho más escasa. Más difícil resulta confundirla con la lavandera boyera (Motacilla flava), de vientre completamente gualdo y dorso pardo, que solo está de paso en primavera y otoño, siempre asociada a explotaciones ganaderas y/o prados encharcados.
Lavandera cascadeña
(El Pilar, Tresjuncos, dic. 2015)
Es muy rara. Tiene la base de la cola y bajo vientre amarillo y el pecho rosa.
Lavandera boyera
(Laguna de Manjavacas, Mota del Cuervo, mayo 2015)
Se suben al lomo de ovejas y bueyes para espulgarlos, de ahí su nombre.
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