Cartas de Apolonio desde el hospital de Cuenca (1950): Cuarta carta

por Fabián Castillo Molina

Como en las cartas anteriores, recordamos que en la transcripción se ha respetado estrictamente la ortografía léxico y formas de expresión que utilizó el autor de las mismas. Os dejo la cuarta carta de la serie. 

“Cuenca - 29 - 5 - 50

Queridos padres y hermanos:

Mucho celebraré estén todos buenos, como yo así lo deseo: yo por la presente me hallo un poco mejor aunque esta enfermadá marcha muy despacio. G. a D.

Padres mi atenta carta tiene por objeto lo siguiente: que he recibido todo cuanto me han mandado; lo que me he alegrado tanto al ver las tortas porque me están muy buenas, no sé si será porque tengo más ganas o si es que las he pillado a deseo.

También les digo que la estreptomicina parece ser buena porque yo me encuentro algo mejor a pesar que son muy pocos días los que llevan poniéndome, así es que si puede ser les mandaré en la maleta otras dos recetas; veremos si me las quieren hacer hoy.

También les digo que hace quince días confesé y ahora han venido los padres misioneros y tengo que confesar otra vez, así es que ahora si me voy a quedar bien libre de pecados. y nos han puesto un radio para que desde la cama oigamos las misiones.

Hoy cuando ha venido la maleta no tenía en la taquilla nada más que el frasco del aceite una cebolla y medio limón, así es que con esto quiero decirles que parece ser que me se van abriendo algo las ganas. A José le digo que por lo que dice que esperaba ver el retrato de la Carmencilla en el estuche pues le digo que probé a ponerlo pero resulta que no podía salir labor ninguna en la tapa e iba a estar mucho más feo; porque una tapa iba a estar bien y la otra muy fea a pesar de tener lo que tú más quieres, y de las cinco pesetas pues me he alegrado mucho porque no tengo nada más que esas y otras dos que tenía yo: porque los cinco duros que me mandó madre los tuve que gastar forzosamente en plátanos cuando me se inflamó tanto la muela aunque todavía me queda algo porque me lo han tenido que sanar el flemón por fuera, pero ya estoy mucho mejor, a lo menos puedo comer todo lo que quiera, y de lo del mosto pues ya lo creo que venden y mañana me compraré medio litro para echarme dos tragos, y de lo de que no tenga aprensión pues yo no tengo aprensión ninguna porque no pienso nada más que en comer.

Y sin nada más recuerdos para todos y muchos besos y abrazos para todos mis hermanos y hermanas y Vds reciben lo que más quieran de su hijo Apolonio.

Ahí les mando dos recetas para haber si las pueden mandar antes del viernes porque el viernes terminan de ponerme los diez gramos que me mandaron.”

©Fabián Castillo Molina