Si recordáis los que os hicisteis con él (aún queda alguno por casa), en el libro dedicado al Folclore infantil de Las Pedroñeras y su comarca, hay un apartado muy generoso dedicado a la recopilación de retahílas o frases, cancioncillas o rimas que decían los niños en situaciones concretas. La número 62 (pág. 273 del libro) es una "fórmula para que un perro del que se tiene miedo se vaya". Esto había que mascullarlo en voz baja como rezando o en el volumen que a uno se le antojara:
Perro maligno,
veste de aquí,
que no tienes parte
ni en Dios ni en mí
ni en ninguno de los que estamos aquí.
Cuentan que daba resultado y todo, y el perro en cuestión huía como a quien persigue el diablo o, simplemente, resultabas para él una persona invisible y hacía como si no existieses, y tú, de momento, llegabas entero a casa.
En fin, es el caso que el otro día mi hermana, que a la sazón leía este librete de recopilación folclórica de su hermanito, recordó otra variante que se sabía de memoria y la había empleado en numerosas ocasiones con éxito rotundo. En secreto se la había pasado mi tía Magdalena cuando ella era más pequeña. La dejo aquí anotada, ya que en el libro se omitió involuntariamente. Espero que a vosotros os sirva. Desde que la sabe, mi hermana no ha vuelto a tener miedo de los perros... ejem.
Perro maldito,
veste de aquí.
La Virgen María
pasó por aquí;
no te acercaste:
Ángel Carrasco Sotos
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