No hace mucho descubrí otra cantera de fósiles en nuestro pueblo en las inmediaciones de La Veguilla. Después de una inspección muy superficial parece confirmarse que únicamente se conservan fósiles como los que tenéis en la imagen de arriba, esto es, las comúnmente llamadas orejas, orejillas, orejas de moro o de judío, según las zonas. No son otra cosa que ostreidos (de ostra) bivalvos, aunque pocas veces se encuentran completos y sí las valvas sueltas. Ese nombre dio lugar en un pasado (siglo XVIII) a llamar a este tipo de fósiles ostracita, término hoy en desuso.
Pertenecen al género de moluscos Exogyra, unas ostras hoy extintas que según ha determinado la paleontología, vivieron entre el Jurásico y el Cretácico. Calculad para estas unos 150 millones de años y no iréis muy descaminados; esto es, de la época a la que pertenecen los hallados en Los Barreros (ver artículo). Pertenecen a la familia Gryphaeidae (junto con el género Gryphaea), que vivieron, al parecer, en mares cálidos a poca profundidad (según leo por la red).
Relación con este tipo de fósiles tiene la denominada piedra ostrita, a la que se atribuían propiedades curativas en la Edad Antigua. Los lapidarios hablan de sus poderes analgésicos si se mezcla con vino en su ingestión. En fin, no podemos confirmar tales propiedades pues aunque sí hemos probado el buen vino en numerosas ocasiones, nunca se nos ha ocurrido mezclarlo con raspadura de fósil de hace millones de años.
Estas orejas que pueden encontrarse en nuestro término suelen aparecer en terrenos arcillosos y gredosos y se conservan que da gusto.
Y no te olvides del último libro sobre Pedroñeras
(con fotografías y documentos nunca vistos)
En la actualidad, estos fósiles reciben algún nombre popular particular, típico de esta localidad castellano-manchega
ResponderEliminar