La mujer de Pedroñeras en las coplas y cantares pedroñeros (2)

¿Son guapas o no?

Vamos hoy con la segunda parte dedicada a los cantarcillos populares de nuestro pueblo centrados en la mujer de Pedroñeras recogidos en mi Cancionero popular de la Mancha conquense. Si la vez anterior os dejé dos de ellos, ahora -pues ya no hay introducción- van tres, correspondientes con los números 1064, 1065 y 1066 de tal libro. Imagino que ninguno dirá que lo que se nos dice en estas coplillas es mentira. Ah, bueno, que no me entere yo. A ver qué os parecen.

Quiero empezar indicando que casi todos estos cantares elogiosos responden a estructuras tópicas que se difundieron por toda la Mancha y saltaron los límites geográficos o administrativos de nuestra región, si es que algunos de los tales no fueron importados de otras regiones aledañas con tradición pareja a la nuestra en esto de cantar coplas y adaptarlas. Solo había que sustituir un pueblo por otro y uno hacía suya la copla siempre a mayor gloria de su lugar de nacimiento.

En el primero, quien canta nos exhorta a que, si queremos echarnos novia, no nos vayamos mu largo, pues para qué cansarse uno en esto del buscar si aquí mismo, en Pedroñeras, se encuentran las más guapas del mundo mundial: bueno, el autor dice de España, pero seguro que está pensando en todo el planeta Tierra (y algún otro cercano). Una cosa no tendrán, pero, cuando se trata de alabar lo propio, las coplillas populares no se andan con medias tintas.

Si alguna vez te echas novia, 

échatela en Pedroñeras, 

que son las chicas más guapas 

que tiene la España entera. 

Otro cantarcillo que responde a un esquema difundido es el que os copio a continuación. Imaginadla cantada con indicación geográfica distinta y los del pueblo tan contentos. No, amigos, al entrar a Pedroñeras no hay de hecho ninguna hermosa laguna. Las hay, sí, y hermosas eran sin duda (cuando tenían agua), pero no a la entrada del pueblo y evidentemente las mujeres se solían lavar y alifarse en su casa, no en ninguna laguna, que cogía muy lejos eso como para coger el camino entre las patas e ir a lavarse a ningún charco lejano. Con agua clara sí, pero de la recogida en el cántaro de la fuente más cercana; o del pozo si se tenía. Eran guapas, de eso no cabe duda, pero no eran tontas.

Al entrar a Pedroñeras 

hay una hermosa laguna, 

donde se lavan las guapas 

porque fea no hay ninguna. 

Por cierto, que esos adjetivos que aparecen en los dos últimos (guapas y feas) intercambiaban su posición cuando se elegía otro pueblo (vecino casi siempre) del que cantar y meterle el pullazo. Por ejemplo, pongamos que los pedroñeros elegían Mota del Cuervo; pues el cantar diría: "Al entrar a La Mota / hay una hermosa laguna / donde se lavan las feas / porque guapa no hay ninguna". Así las gastábamos; pero en los otros pueblo igual, no vayáis a pensar, que santos había pocos. 

Era común, además, tomar como referencia a los pueblos vecinos (de la contornada) para hacer las convenientes comparaciones entre las muchachas de tales localidades. Por supuesto, siempre salían vencedoras las del pueblo de uno.

En El Pernoso no hay mozas 

y en La Mota son pequeñas. 

El que quiera buenas mozas 

que se venga a Pedroñeras. 

Y aclaro para el foráneo que, si La Mota es Mota del Cuervo, El Pernoso es El Pedernoso en el vocabulario pedroñero. El primero a 18 kilómetros de Pedroñeras; y el segundo, a 7.

Vendrán más cantarcillos, no os apuréis.

Por aquí tenéis unos cuatro mil, explicados y clasificados. Un trabajo titánico ;)

©Ángel Carrasco Sotos