El pasado día 29 de agosto, en Pedroñeras, se puso a llover en medio de una atronadora tormenta como si no hubiera un mañana. Parecía como si el cielo se derrumbase sobre el pueblo en una especie de apocalipsis o hecatombe de dimensiones bíblicas o diluvianas. En fin, en apenas media hora (eran las 5 de la mañana) todo se fue calmando y la pesadilla se alejó encaminándose por derroteros distintos enfilando su huida hacia el norte geográfico. Se recogieron 25 litros y por las calles viajaba el agua "de en haro en haro" (como suele decirse), esto es, con un altura que llegó a la parte superior de los bordillos de las aceras. Un amigo se desplazó de mañana con su coche por la zona de la Vereda. Allí, por los Riscos, se habían recogido 35 litros por metro cuadrado. Lo que os paso por aquí son unos vídeos que este amigo me envía de esta zona y otras aledañas como los Barrancos de Díaz o la cañá las Varas. Dan cuenta de cómo estaba la zona unas horas después del diluvio.