por Fabián Castillo Molina
Parece que Star Wars ha sido el
detonante que ha traído con fuerza los cromos a la actualidad, porque hacía
tiempo que no oía hablar de cromos
públicamente como ahora. Vuelven a ser un reclamo para apoyar las compras de productos
que nada tienen que ver con ellos y los niños son el destinatario ideal. Tanto
en el pueblo como en la capital, a los chiquetes de
Pedroñeras y a los niños en general, los
cromos les apasionan, crean adicción (¡cuidado!), quieren hacer la colección,
llenar el álbum.
Ahora ha sido la serie de Star Wars
(La guerra de las galaxias) versión
actualizada, la que los ha traído. Hasta hace poco, regalaban cromos en las
gasolineras de Carrefour al echar combustible. Los regalaban también en los
centros comerciales del mismo nombre y los chavales preguntaban a los padres,
madres, abuelos y abuelas por los cromos; y cuando ya habían cogido cierta
afición, se han acabado. Justo para que ya sea necesario comprar los sobres en establecimientos o por internet. Todo esto
me ha evocado los tiempos de mi infancia en Las Pedroñeras, década de los años
50 y primeros 60 del siglo pasado, en la que no se hablaba de “crisis” aunque
las condiciones de vida eran mucho más precarias y duras que ahora, tanto en
pueblos como en capitales.
A pesar de la situación, siempre
había unos céntimos para comprar el domingo en la tienda del “Mimo” en la calle
mayor, un sobre. Valían 35 céntimos y el
cine una peseta. Abrir un sobre que contenía dos cromos aceleraba el corazón,
producía palpitaciones más altas. Rasgar
con cuidado un pico y luego el borde, para no dañar el contenido. Extraer con
cuidado los dos cromos que venían dentro. Saber de inmediato si no los
teníamos, o si alguno era repetío (repe, como
se dice ahora), en cuyo caso se guardaban para luego intercambiarlos con otros chiquetes que tamién hicieran
la misma colección.
Con el mismo cariño y cuidado se
abría la “media libra” de chocolate Josefillo, o la de chocolate Nieto, que
venía de la fábrica de Quintanar de la Orden, donde venían también cromos
coleccionables. Hasta un slogan o dicho quedó acuñado de esta marca: “Si
quieres que me esté quieto, dame chocolate Nieto.” Destacado fue el álbum y los
cromos que publicó Chocolates Los Muñecos,
nada menos que Los diez mandamientos, otra
gran Película que marcó una época, como ocurrió poco después con Ben Hur y
más tarde con El Cid, cuyo
rodaje en Belmonte recordábamos todos los chavales en general. De todas estas
películas salieron colecciones de
cromos. El cine y los cromos siempre estuvieron ligados. En aquella época, todavía no había llegado la televisión a las casas, y era impensable que
pudiéramos llegar a ver los teléfonos móviles. No había tele ni siquiera al
salón que tenía la Marina en el bar de Juan Julián, en la plaza, donde años
después tuvimos los chiquetes un cine
alternativo, más barato que el Cine Rex, con derecho de pataleo cuando la
pantalla se llenaba de rayas y puntos o cuando venía “el valiente” a salvar del
fatal desenlace a los amenazados.
En esta ocasión, para no extendernos
más con las palabras, os he dejado aquí la portada y algunas páginas de un álbum que completamos
muchos chiquetes de entonces, La vida de
Jesucristo, que publicó Editorial Bruguera, S.A. Mi hermano Emilio y
yo lo hicimos y lo conservo en buen estado. Estoy seguro de que todavía algunos
conservan el álbum y no les llamará la atención, pero a quienes no lo hayan
vuelto a ver desde entonces les traerá muchos buenos recuerdos; y a los más
jóvenes, los que nunca habían oído hablar de estos cromos, también les gustará
conocerlos. Además, como vamos camino de Navidad, creo oportuno también poner
la introducción y los primeros tres cromos de la colección, y sus
correspondientes textos que venían a pie
de foto donde se narraba, resumida, la vida del que siempre llamábamos “nuestro
Señor Jesucristo”. Si tiene buena acogida podría tener continuidad.
A mí gustaría que tuviese continuidad, porque es un tema que me ha apasionados desde niño, aunque hoy en día lo tengo algo olvidado. Aun así, her procurado completar los álbumes que tenía incompletos y en ello ando aún.
ResponderEliminarPues por mi parte no habrá problema, al menos en lo que se refiere a este álbum, Vida de Jesucristo, que está completo y como decía antes, en buen estado. En la siguiente entrada, pondré el texto que figura a pie de cromo en un recuadro para que pueda ser perfectamente legible. Es muy interesante. Muchas gracias por el comentario.
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