En realidad es un chascarrillo que se ha contado en Pedroñeras de toda la vida, que yo he titulado "Los burros" en mi libro Folklore infantil de Las Pedroñeras. Unos 100 cuentecillos populares (de mayor o menor extensión) tengo recogidos en nuestro pueblo. Alguno quizá no tenga muchos años; otros, en cambio, soportan una tradición secular. Este es uno de ellos.
Esta breve narración nació seguramente de una anécdota. Con un comienzo in medias res, el narrador nos lleva directamente al momento en que un hombre contaba sus burros, que habían de ser cuatro en total, y no le salían las cuestas. "Uno, dos y tres; ¡un borrico me falta!", decía el buen hombre, que volvía a repetir desesperado la operación de contar los borricos... sin darse cuenta, claro, que él mismo estaba subido en el cuarto. Ese borrico era el que le faltaba. El cuento roza el absurdo, pero ¿quién no ha tenido alguna vez un "descuido" de este jaez?
El caso es que la anécdota pasó a chascarrillo repetido y se hizo popular. Tanto es así, que el mismo Gonzalo Correas en su conocido Vocabulario de refranes (de 1627) se refiere a él bajo la expresión "la asnada de Gálvez". Con estas palabras:
“Llevaba siete asnos de recua, e iba caballero en uno; pasando por un lugar, porque alguno no se le perdiese, contolos, y no hallando más de seis, porque no contaba en el que iba, comenzó a preguntar por él, dando señas, hasta que los otros con risa, le dijeron que iba caballero en él, y quedó por refrán la asnada de Gálvez, en Aragón”.
ÁCS
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