Dos han sido las entradas que hemos dedicado en este blog a hablar en exclusiva del general Borrero, ese personaje histórico que dejó calle en nuestro pueblo por motivos que ya contamos. Una vez se produjo su muerte en marzo de 1908, la prensa nacional se hizo eco de la noticia. A este hilo, se nos habló de los datos biográficos de su vida (ver artículo) y, paso a paso, lo que fue ocurriendo durante la noche y día siguiente al de su intento de suicidio (ver artículo).
Hoy, para cerrar el caso, toca traer por aquí otro artículo periodístico en el que se narra el entierro del famoso general Borrero. Seguro que es de vuestro interés.
El artículo:
Ayer tarde, a las cuatro, se verificó el entierro del general D. Fracisco Borrero y Limón.
El acato revistió una verdadera solemnidad, en la que se manifestó la simpatía del difunto, tanto en el elemento civil cuanto en el militar, en que ha producido penosísima impresión la trágica muerte del bizarro general.
El féretro fue bajado a hombros, desde la capilla ardiente hasta el coche mortuorio, por D. Carlos Pruna, ayudante del finado, individuos de la familia y un antiguo asistente del Sr. Borrero, que en la actualidad es guardia de Orden público.
Una vez colocada la caja en el coche, se puso sobre la misma el ros, la espada y el fajín que usó el general.
La carroza iba tirada por cuatros caballos, y puesta en marcha ocuparon la presidencia los generales Martitegui y Cuenca, el ayudante Sr. Bruna y los ayudantes del capitán general y ministro de la Guerra.
A los lados del coche formaron los ordenanzas de los Casinos Militar y de Madrid, que llevaban hachones encendidos.
El cadáver del infortunado general recibió sepultura en el cementerio de San Justo a las seis de la tarde.
¡Descanse en paz el ilustre soldado!
Ángel Carrasco Sotos
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