Típico horcate pedroñero
No busquéis la palabra HORCATE en el nuevo y reciente libro sobre el habla pedroñera, que no lo encontraréis. Y no ocupa un lugar en nuestro diccionario local porque se trata de un vocablo extendido y, así, recogido por los diccionario generales, incluyendo el de la RAE, donde se define como "Arreo de madera o hierro, en forma de herradura, que se pone a las caballerías encima de la collera, y al cual se sujetan las cuerdas o correas de tiro". Y eso es lo que es en toda España. Aquí también, claro.
Es en un artículo de dialectología de Pilar García Mouton (conocida ahora más bien por su participación los fines de semana en Radio Nacional, en el programa No es un día cualquiera, presentado por Pepa Fernández), sobre "palabras y cosas", donde leía yo sobre ese aspecto referente al objeto concreto al que remiten algunas palabras dependiendo del lugar en que se utilizan (o utilizaban). Es decir, que una misma palabra puede designar objetos con un mismo uso y semejante forma, pero esta varía dependiendo de la geografía en que se usó. Los matices hacen del objeto una cosa diferente de un sitio a otro.
No quiere decir esto otra cosa que, en nuestro caso, el HORCATE, aunque fuese palabra y objeto usado en toda España (por establecer un límite), aquí tiene una forma determinada, que puede diferir de los horcates usados en otros sitios de nuestra Península. Los que aquí se usaron eran mayormente como estos cuyas imágenes os paso y forman parte de mi pequeño museo del labrador. El de arriba es más común y sencillo; el de abajo, que aún mantiene los FRANCALETES (esas correas con que el horcate se unía a los tiros), está reforzado con un herraje semicircular del que carece el de arriba.
No los tiréis, que son objeto, ya, de colección, y parte de nuestro pasado como pueblo. En estos objetos vive un tiempo agotado que hay que conservar aunque sea museizándolo. ¿Qué otra cosa podríamos hacer? Son una parte de nuestra historia.
No los tiréis, que son objeto, ya, de colección, y parte de nuestro pasado como pueblo. En estos objetos vive un tiempo agotado que hay que conservar aunque sea museizándolo. ¿Qué otra cosa podríamos hacer? Son una parte de nuestra historia.
Horcate pedroñero
Ángel Carrasco Sotos
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