Los que no adquiristeis o habéis leído ese generoso capítulo que en el libro Mapa de Las Pedroñeras se refiere a los distintos mojones que delimitan nuestro término, no sabréis, quizá, de lo que os hablo.
Uno de esos mojones o hitos era el que nosotros denominamos de Pradancho o del molino de Guzmán, y estaba situado al sur de nuestro término, entre el mojón del camino viejo de Villarrobledo y el llamado del codo (el que hace el Záncara viniendo desde El Provencio antes de entrar en nuestro término).
Si os fijáis en la imagen de arriba, dicho mojón lo situamos por aproximación, pues tras la visita e inspección a la zona no se observa hito o montón de piedras que nos revelen a las claras que el mojón esté señalado aún, marcado físicamente.
En las distintas visitas que se hacían cada año para la renovación de estos mojones que iban marcando la linde de nuestro término, se menciona este, al menos desde la efectuada en 1551 (y más tarde año a año hasta la visita de 1619, fecha en la que al antiguo molino de Guzmán, o de "Amador de Guzmán", se le comienza a llamar "del licenciado Perona".
Se dice de este mójón en las escrituras de 1551 que está situado "en somo de Pradancho", esto es, encima (en lo alto) de ese paraje más provenciano que pedroñero (pues por su término se extiende) llamado Pradancho.
En 1552 se especifica: "está en un cerro alto, que está ensomo del molino de Guzmán" y se añaden unos versos llenos de mala leche:
"que no da a su amo maquila ni le dará"
[La maquila es el porcentaje de trigo que se quedaba el molinero en pago].
Y se sigue diciendo que desde él se ve "la huerta del dicho Guzmán"; y se añade, también con sarcasmo (y para completar la rima):
"que no tiene hortaliza ni tendrá".
Cosillas como estas (auténticas perlas incrustadas) le animan a uno a seguir leyendo estos textos, casi siempre áridos y muy burocráticos o funcionales. ¿Qué tendría el escribano contra este Guzmán del que suelta estas hirientes pullas?
Se dice en el texto de la visita de 1562 que el mojón está "en un cerro más arriba del dicho molino en par de Pradancho" y que está "a ojo de las dehesas de la Cabeza y del monte del Provencio".
En fin, muchos otros datos recogemos en ese libro sobre los más de 80 mojones que delimitan nuestro término, con sus nombres y apellidos así como con mapas en los que se sitúa cada uno desde la Edad Media. Estas visitas solían durar dos días pues solía marcharse en burro, pero seguro que con coche o bicicleta en uno puede hacerse el recorrido completo del perímetro del pueblo; eso sí, madrugando y yendo a tiro hecho, ya os lo digo.
Y eso era lo que os quería contar por aquí. Se les saluda.
MI TESOOORO
ÁCS
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