Dedicado a todos estos alumnos tan grandes;
y en especial, a mi hijo Ángel, que se me graduó este año.
¡Felicidades, de veras, de vuestro profe Sotos!
Para lo que queráis, me tendréis siempre.
Para lo que queráis, me tendréis siempre.
Como cada año, desde la que podríamos llamar "era Raúl", se volvió a celebrar, también este, el acto de graduación. El evento tuvo lugar anoche, 19 de mayo, en nuestro pueblo, en el auditorio municipal y bajo el auspicio del I.E.S. Fray Luis de León. Tal acontecimiento proclama como protagonistas a los alumnos de 2º de Bachillerato, que son los que dan término a esta etapa educativa para emprender, posteriormente, otros caminos académidos relacionados con la universidad (esa alma máter) o los ciclos formativos de grado superior. En verdad, unos terminan ahora y otros (¡ánimo, muchachos!), en septiembre, por alguna asignatura que se ha quedado por ahí suspensa y que habrá que aprobar después con todo el verano por delante. Así que mi más sincera enhorabuena a la totalidad del alumnado, quizá la mejor promoción que ha pasado hasta ahora por nuestro centro, que todo hay que decirlo.
El acto responde a un formato atractivo, regido magistralmente por ese maestro de ceremonias que es el profesor Antonio Escudero Mesas. Este año contó, además, con momentos entrañables, como la mención que hizo en su discurso nuestro director Raúl Martínez Aguado a la figura de don Luis Mariano Gómez Hortelano, ese profe de Matemáticas que se nos jubila este año dejando el listón allá por el Everest y del que se nos contó que no había faltado nunca a clase, ¡ni un solo día!, lo que dice mucho de este maestro (de maestros) ejemplar, o aquella ocasión en que, aunque había nevado medio metro, acudió a clase... ¡con el tractor! De récord, Luis Mariano, de órdago a la grande (quiero suponer que no habrá foto del momento, ¿no?).
También cabe mencionar y aplaudir el fenomenal trabajo colaborativo que, desde hace años, llevan a cabo esos hombres que gritan, Edu y David, quienes "perpetran" (admitidme la broma) un fenomenal vídeo con los alumnos, a modo de cortometraje, que en esta ocasión fue de diez (por aquí podéis verlo). Así lo reconocimos todos al final de la proyección. Ya se han ganado un puesto en el Olimpo del Fray Luis. Seguid así, hermanos.
En fin, el acto se retransmitió en directo a través de Internet para que quien quisiera pudiese verlo desde casa. La retransmisión es también una gran idea, pues, en realidad, el auditorio se pone hasta arriba entre alumnos, profes y familiares, principalmente, y hasta en los pasillos han de colocarse sillas para que todos puedan disfrutarlo. Porque se disfruta: se ríe y se llora con los chavales, con las palabras de elogio, de ánimo (por parte de todos los que toman el micrófono), con los recuerdos, con las imágenes que se proyectan, con el vídeo, con esas memorables actuaciones en directo a modo de teatrillo, con la actuación musical, con la recogida de diplomas y orlas, con la bien seleccionada música que acompaña cada momento... Nada falló este año, todo salió redondo. Un lujo para nuestro pueblo. Así que gracias y enhorabuena, porque detrás de todo ello existe un trabajo ingente, remunerado solo con el beneplácito, la cortesía y el reconocimiento de quienes tenéis (o tenemos) la sana voluntad de aplaudirlo.
Os dejo algunas instantáneas de la noche. Perdonad si algunas salen con poca luz o están algo movidas o esquinadas, pero se hicieron con la mejor voluntad. Podéis coger las que queráis; son vuestras. Pinchad sobre cada una para verlas más ampliadas.
Por cierto, si queréis ver íntegramente el acto, solo tenéis que pinchar en este enlace de la web oficial de El hombre que grita.
El auditorio iba poniéndose hasta la bola.
Las primeras filas estaban reservadas a los protagonistas de la noche, los alumnos.
Todo estaba preparado para empezar.
El acto responde a un formato atractivo, regido magistralmente por ese maestro de ceremonias que es el profesor Antonio Escudero Mesas. Este año contó, además, con momentos entrañables, como la mención que hizo en su discurso nuestro director Raúl Martínez Aguado a la figura de don Luis Mariano Gómez Hortelano, ese profe de Matemáticas que se nos jubila este año dejando el listón allá por el Everest y del que se nos contó que no había faltado nunca a clase, ¡ni un solo día!, lo que dice mucho de este maestro (de maestros) ejemplar, o aquella ocasión en que, aunque había nevado medio metro, acudió a clase... ¡con el tractor! De récord, Luis Mariano, de órdago a la grande (quiero suponer que no habrá foto del momento, ¿no?).
El director, Raúl, dirigiéndose al auditorio.
Luis Mariano, otro protagonista de la noche (sentado en la mesa de Dirección).
También cabe mencionar y aplaudir el fenomenal trabajo colaborativo que, desde hace años, llevan a cabo esos hombres que gritan, Edu y David, quienes "perpetran" (admitidme la broma) un fenomenal vídeo con los alumnos, a modo de cortometraje, que en esta ocasión fue de diez (por aquí podéis verlo). Así lo reconocimos todos al final de la proyección. Ya se han ganado un puesto en el Olimpo del Fray Luis. Seguid así, hermanos.
Cartel del evento.
En fin, el acto se retransmitió en directo a través de Internet para que quien quisiera pudiese verlo desde casa. La retransmisión es también una gran idea, pues, en realidad, el auditorio se pone hasta arriba entre alumnos, profes y familiares, principalmente, y hasta en los pasillos han de colocarse sillas para que todos puedan disfrutarlo. Porque se disfruta: se ríe y se llora con los chavales, con las palabras de elogio, de ánimo (por parte de todos los que toman el micrófono), con los recuerdos, con las imágenes que se proyectan, con el vídeo, con esas memorables actuaciones en directo a modo de teatrillo, con la actuación musical, con la recogida de diplomas y orlas, con la bien seleccionada música que acompaña cada momento... Nada falló este año, todo salió redondo. Un lujo para nuestro pueblo. Así que gracias y enhorabuena, porque detrás de todo ello existe un trabajo ingente, remunerado solo con el beneplácito, la cortesía y el reconocimiento de quienes tenéis (o tenemos) la sana voluntad de aplaudirlo.
Os dejo algunas instantáneas de la noche. Perdonad si algunas salen con poca luz o están algo movidas o esquinadas, pero se hicieron con la mejor voluntad. Podéis coger las que queráis; son vuestras. Pinchad sobre cada una para verlas más ampliadas.
Por cierto, si queréis ver íntegramente el acto, solo tenéis que pinchar en este enlace de la web oficial de El hombre que grita.
Todo empieza con una actuación musical por parte de los alumnos que dejan en su quehacer diario también un espacio para la música.
Luego, los alumnos fueron saliendo al escenario uno a uno. Todo fueron aplausos desde el auditorio.
Y después fueron bajando a sus asientos en pareja.
Después siguió al actuación estelar de Chevi Alberto y sus invitados (fue una parodia del Chester de Risto Mejide). Sin duda, uno de los momentos más desternillantes de la velada.
Aquí, junto a Verónica y Alejandro.
Luego fueron Alicia y David.
Y al final, Laura y Lidia.
Posteriormente, los tutores dirigieron unas palabras de despedida y ánimo a sus alumnos.
Luego, fueron saliendo los alumnos al escenario a recoger su orla y ser investidos con la beca correspondiente.
Todos al escenario de nuevo, mostrando sus mejores galas.
Y al micrófono Andrea y Alba.
David y Edu cumplían años y les fueron regaladas sendas tartas por parte de los alumnos.
Otro momento estelar: la entrega de matrículas de honor a "los más mejores" (Antonio Escudero mira arrobado a estos privilegiados alumnos). No dejaré de mencionarlos: Eva Grande, Míriam Fernández, David Horcajada e Iris Martínez. ¡Mi más sincera enhorabuena! (Ya sabéis que os quiero y os he querido siempre).
David y Edu se despiden con unas palabras, que siempre hacen sonreír al auditorio.
Y reciben un merecido ramo de flores por parte del centro.
Mientras se proyectan imágenes, Jennifer lee un emotivo discurso de despedida. A los teclados, Laura pone música de fondo al texto.
Mi amor con esa risilla picarona que le caracteriza, más feliz que una perdiz.
Un besazo de tus padres, hermoso.
Ángel Carrasco Sotos
Ese es tu hijo, Angel...???
ResponderEliminarEl de la última fotografía, Fernando. ;)
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