Miguel Ángel Vellisco Bueno
El carlismo era un movimiento político tradicionalista y legitimista de carácter antiliberal y contrarrevolucionario surgido en España en el siglo XIX, que pretendía el establecimiento de
una rama de la dinastía de los Borbones en el trono español.( Wikipedia).
Según la Ley
Fundamental sucesoria vigente, en aquella época de la España de año 1713,
el infante Don Carlos seria el
heredero de la Corona Española siempre
que su hermano Fernando VII careciera de hijos varones. Pero el Rey derogó
la Ley Sucesoria y se encargó de tomar
las medidas necesarias para garantizar la sucesión femenina, entre las que cabe
destacar la depuración de todos los funcionarios civiles y militares sospechosos
de ser partidarios de su hermano Don Carlos.
EL IMPACTO
DE LAS GUERRAS CARLISTAS EN BELMONTE
1.- Periodo 1833-1840
El 16 de febrero de 1840 una unidad carlista al
mando del sobrino del tigre del
Maestrazgo, D. Ramón Cabreara y Griñó,
líder Carlista, llegó a Belmonte con
la intención de arrasar el pueblo, pero debido a sus murallas y a la
resistencia encontrada en sus defensores desistió en el empeño y se dirigió a Villaescusa de Haro y Fuentelespino de Haro,
saqueando ambas poblaciones.
2.- Periodo 1846-1849
El
día 10 de septiembre de 1848 se produjo en el término de Belmonte una
confrontación entre las fuerzas
liberales al mando del coronel D.
Fernando Gispert y una facción Carlista al mando del Cte.
Bocafull, resultando derrotada la unidad carlista, a la que le infringieron
varios muertos y heridos, así como varios cabecillas prisioneros, poniendo a
los rebeldes en completa dispersión, cogiéndoles varios efectos de guerra.
3.- Periodo 1860-1871
En la provincia de Cuenca triunfan los partidos de corte
liberal, al mismo tiempo surgen partidos de tendencia carlista
En
1860 hubo una intentona por el movimiento Carlista de apoderarse del poder, que
no llegó a materializarse.
Por
nuestra tierra comienzan a aparecer movimientos de tendencia republicana. En
Belmonte como político republicano cabe destacar a D. Ramón Castellano, que dilapidó su hacienda en sus ideas
políticas y D. Cayo López y Fernández.
Otra
característica de esta época es el malestar social general, los fraudes
electorales y la aparición de las primeras proclamas socialistas.
Diferentes grupos carlistas
incontrolados, a los que se les llegó a conocer con el nombre de “Latro Facciosos”, se dedicaron al
saqueo de los pueblos y aldeas.
Los alborotos revolucionarios comienzan a aparecer
antes del Sexenio Revolucionario de 1868 a 1874.
El 22 de diciembre de 1868, el juez de Belmonte
procesa por esta causa a los Belmonteños: D.
Rufino Álvarez y D. Juan Molina.
El 13 de Agosto de 1869 se descubre y se aborta una
conspiración carlista, se procesa a D.
Benito Péres y otros más por conspiración. El alcalde de Belmonte, D. Ramón Castellano, tuvo que
desplazarse a Madrid para dar cuenta de la situación.
El 1 de marzo
de 1870 se intervine e informa al Gobernador Civil de la
provincia sobre el contenido de la
correspondencia que sostienen los presos carlistas con algunos sujetos de la
población.
El 26 de septiembre de 1870 se abre una causa por las voces
subversivas de varios vecinos de la villa.
El 11 de marzo de 1871 se
informa de la detención en Belmonte de dos emisarios carlistas.
El 11 de mayo de 1870, el
juez de Tarancón remite al de Belmonte
una causa abierta contra León Fernández y consortes sobre rebelión y
otros excesos, con varios presos y armas de fuego.
El diario Iberia, en
su publicación de 1870, nombra al belmonteño D. José Aparicio como
partidario carlista y defensor de Carlos VIII.
La Junta de Distrito
Carlista de Belmonte estaba compuesta por:
Presidente: D. Eugenio Garrido.
Secretario: D. León Zafra.
Vocales: D. Álvaro Martínez.
D.
Vicente Zapata.
D.
Pedro Cana.
D.
Matías Martínez.
D.
Ángel Garrido.
4.- Periodo 1872-1876
En el año 1872 se inicia la tercera
guerra Carlista. El movimiento toma gran
relevancia en Cataluña y Valencia desde donde llega a la provincia de Cuenca.
El 16 de octubre de 1873 el general carlista Santés, jefe del ejército del centro, conquista la ciudad de
Cuenca, donde varias personas afines a la causa carlista se le unieron, entre
los que se encuentran varios belmonteños. Desde allí se extendieron por toda la provincia y se
enviaron escritos a todos los alcaldes de los pueblos exigiendo se pagasen las
contribuciones y víveres que les fueran establecidos. Las tropas de Santés llegan a Belmonte
el 24 de octubre de 1873,siguiendo
camino en dirección a Quintanar de la
Orden.
En el año 1874, Valiente, lugarteniente de Santés,
con una partida de fuerzas carlistas de aproximadamente de 4.000 hombres, compuesta en
su mayor parte por hombres de la provincia de Cuenca, se aposentó en Belmonte, el Pedernoso y las Pedroñeras con el fin de conseguir
recursos en metálico por los pueblos, causando gran desasosiego, temor
e inseguridad entre la población.
Su actuación en el extinguido partido de Belmonte
fue muy devastadora, pero fructífera para su causa.
El diario la Correspondencia Española del 3 de mayo de 1874 describe la entrada
de las tropas carlistas en la población:
“El
día 27 (se supone se abril) a las 4 de la mañana, entraron por sorpresa en Belmonte 800 Carlistas de infantería y
100 caballos, harapientos, llenos de miseria y hambre, algunos sin camisa, muy
mal armados, en su mayor parte chicos de 12 y 13 años y viejos, solo 200 bien
uniformados, y a disposición de entrar en fuego; su jefe es el Sr.
D. José Valiente. Recogieron todas las armas que pudieron, pidieron 8000
reales, secuestraron a 4 mayores contribuyentes. Salieron a las 4 del mismo
día, y en su tránsito asesinaron a un joven de la Alberca y a otro de Pinarejo”
El 29 de abril de 1874 el juez de Belmonte redacta un comunicado en el que informa sobre la entrada
de la partida Carlista de Valiente y
los excesos cometidos en la población.
El gobierno de Madrid, mandó un ejército con el fin de
controlar esta zona Manchega. Desde Albacete salió la Brigada Calleja y en su apoyo desde Cuenca el Brigadier Carballo; pero Valiente,
excelente estratega y gran conocedor del terreno, se dirigió a Naharros, esquivando a sus
perseguidores. Pero no pudo evitar a otra columna militar isabelina, enviada
desde Madrid, por lo que se encontró rodeado por Calleja desde Levante, Garbayo
desde la Mancha y el destacamento del Brigadier
La Iglesia desde el centro, produciéndose el inevitable encuentro en el
puerto Monsaete, donde se libró la batalla. La victoria por parte de las
fuerzas gubernamentales fue completa, aunque Valiente logró escapar; pero fue muy importante para el desarrollo
del conflicto en la zona centro.
Tras la caída
del carlismo, algunas de sus partidas siguieron actuando llegando en algunos
casos a convertirse en verdaderos bandoleros que se dedicaron al pillaje y
asalto de haciendas y oficinas de contribuciones.
Bibliografía:
-Revista Española, de 13 de marzo de 1836.
-Periódico
de la tarde El Popular, de 16 de
septiembre de 1848.
-Diario
Democrático La Discusión, de 10 de
agosto de 1869.
-Diario
Liberal La Iberia, de 13 de agosto
de 1869.
-Periódico
Político y Literario La Época, de 23
de agosto de 1869.
-Periódico
Monárquico La Esperanza, de 8 de
marzo de 1870.
-Diario
Liberal La Iberia, de 8 de abril de
1870.
-Diario
Universal de Noticias La Correspondencia
de España, de 3 de mayo 1873.
-Diario
Liberal El Imparcial, de 11 de
octubre de 1873.
-Diario
Republicano Federal La Igualdad, de
21 de mayo de 1874.
-Agitaciones Sociales y Políticas en
Castilla La Mancha y Murcia, de FCo Fuster Ruiz y José Cano Valero, año
1985.
-El Saco de Cuenca, de Miguel Romero
Saiz, año 2009.
-Wikipedia.
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