Desaparecen puntales de la Mata Hemosa o Mata Grande de Las Pedroñeras

Pedroñeras 30 días, nº 125, marzo de 2012

Ya llevaba quizá más de un año sin ir a visitarla, pero hace unas semanas, con mis amigos Fabián y José María, decidimos acercarnos a verla en una ruta que nos marcamos para pasar la tarde de un sábado cualquiera.

En 2008 esta encina centenaria, conocida como Mata Grande o Mata Hermosa, fue apuntalada dado que en los años anteriores algunos sus pies se habían ido desmoronando debido a su enormidad. El viejo árbol ya no soportaba el peso de sus alargados vástagos.

Se decidió (no sé por parte de quién, la verdad, pero posiblemente del dueño de la finca Montalbán) disponer varios puntales de madera para evitar el deterioro que este árbol singular en la comarca y una de las encinas más grandes de España. Bajo cada uno de los pies que se estimó que peligraban se colocaron tales vigas. El resultado era meritorio y correcto, merecedor de todos los aplausos. Además, si no nos preocupamos nosotros mismos de nuestro patrimonio, ¿quiénes queremos que lo hagan?

Pues bien, al parecer ya hace tiempo que han desaparecido 2 o 3 de estos puntales. Lo he podido comprobar yo mismo. Y es que no salgo de mi asombro. Uno llega allí y ve esto y a su mente acuden de inmediato preguntas tan peregrinas y a la vez tan inevitables como las siguientes: ¿Quién puede ser tan “desgraciao” (creo que es la palabra que corresponde) y tan ladre como para ir a llevarse estos palos? ¿Es que habrá en este mundo gente tan cateta, inculta, traspellá, so mugrosa, hartosopas y cierrabares que se acerque con la furgoneta hasta aquí apostica para llevarse un palo? ¿Todavía hay gente que no sabe lo que significa patrimonio? Posiblemente este cafre inmoral sea familiar de ese otro (si no es el mismo) que se llevó de nuestro campo los brocales antiquísimos del Pozo Morillo y del Pozo Viejo para sacarse unos duros. Hay que tener geta, vamos. ¿O es que no estás viendo que vale más el viaje que lo que te estás llevando? Que si quieres leña pa la estufa, en le campo hay cepas arrancás pa parar un tren y algunos no las quieren pa na, pa na. O si no, la compras, pero las uñas quietecicas, que las tienes muuuuuu largas. Y ahora vas y lo cascas.

(Y dicho esto, vuelvo a la normalidad).

Yo sigo insistiendo en que esta carrasca gigante debería cuidarse y protegerse, limpiar su entorno, rodearla con una valla y ponerle una placa explicativa para que todo aquel que se acerque a disfrutar de su magnitud y belleza tenga algunos datos sobre ella. Así he visto que se hace en otros sitios donde sí se vigila y protege el patrimonio propio. Para un árbol de categoría monumental (así está catalogado) que tenemos en nuestro pueblo, digo yo que habrá que hacer algo por conservarlo. Que digo yo.

©Ángel Carrasco Sotos