Salimos el otro día Pili y yo en busca de lo incógnito (ya os explicaré) y nos encontramos con algo muy tangible. No hay tesoro más hermoso que el que se encuentra sin esperar. Allí estaban, como esperándonos (ellos a nosotros). No cogimos muchos, pero tampoco es necesario. El gusto está en encontrarlos y con catarlos cada año y que la bondad de su sabor alimente el deseo para el próximo año es más que suficiente. Fritos y revueltos con huevo son un verdadero manjar.
También nos encontramos con cosas indeseables para seguir comprobando lo gorrinos que somos los humanos que habitamos este planeta llamado Tierra.
LO QUE NOS GUSTÓ
Estos así son los buenos 😋
Nos gustó sobre todo encontrarlas así y poder hacerles una foto.
Ahí las tenéis en procesión.
LO QUE NO NOS GUSTÓ
(¡Qué manera de destrozar la naturaleza!)
¿En serio que hay necesidad de hacer esto?
Y así todo. ¿Para qué seguir?
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