Íker Jiménez (el conductor de Cuarto Milenio) mencionó nuestro pueblo de Pedroñeras

Con esto del libro sobre costumbres y mentalidad pedroñera que llevo en rueda este año (bueno, empezado lleva ya muchos años, pero ha sido este cuando he decidido meterle mano en serio), he dedicado, como muchos sabréis, un capítulo a temas ocultos: milagros, apariciones, el diablo, las brujas, los casos ovni... en fin, todo eso relacionado con lo imposible, que ya estoy descubriendo que no lo es tanto. En el pueblo ha habido de todo un poco y más, pero tendréis que esperar a su publicación para leerlo. Fascinante me está apareciendo este apartado.

El caso -que me voy- es que he tenido que leer algunos libros sobre estos temas, más que nada para ponerme al día y hablar con cierto rigor, a la par que para tratar de encontrar casos semejantes a los acontecidos en nuestro Lugar. No solo me están sorprendiendo, sino que, encima o para colmo, les estoy cogiendo el gustillo y me tienen algo enganchado en los pocos ratos libres que me quedan. Uno de estos libros es casi un clásico. Al autor lo conocéis, Íker Jiménez, el conductor del programa Cuarto Milenio. En casa lo ponemos todos los domingos y sirve para que, a la media hora, nos quedemos como dos troncos, cada uno en un sofá, sobre todo si en la tertulia está Enrique de Vicente. Que conste que no está en mi voluntad hablar mal del programa, aunque a veces rellenan demasiado (temas con poco interés en los que Íker le pone ganas, pero ni así: muchos visajes, aspavientos y caras de asombro, pero pocas nueces; es normal) y la publi que hay que tragarse, a no ser que uno esté aún sin cenar -cosa poco probable a esas horas-, es indigerible.

A lo que voy, que estaba leyendo el otro día su libro Enigmas sin revolver I, y en la página 254 me veo leyendo "las Pedroñeras" (sic). ¡Jolines!, me llevé una grata sorpresa. Lo último que esperaba es que en ese libro me saliese al paso el nombre de nuestro pueblo. No era, de cualquier modo, para comentar algún caso de parapsicología acontecido en estos pagos, no. Era por otra razón. Aunque si el próximo libro mío sobre Pedroñeras llega a sus manos, me veo sentado en el plató de Cuarto milenio, jajaja. Ya me diréis.

Dice así el texto:

"Tras repostar en la Venta del Olivo, a pocos kilómetros de Cieza (Murcia), el pesado Volvo emprendió la marcha hasta la localidad conquense de Las Pedroñeras. Allí, siendo las 0:12 horas de la noche, fueron vistos los tres por el personal de la gasolinera. Tras aparcar en una zona de descanso y echar una cabezada, volvieron a la carretera nacional 301 hasta entrar en la capital de España".

La imagen de Juan Pedro que se pasó a la prensa para intentar localizarlo.

Habla Íker Jiménez en este capítulo, extendida y detalladamente, sobre el caso de ese chico desaparecido en noviembre de 1986, Juan Pedro Martínez Gómez. El caso todavía sigue dando que hablar en programas del tipo Equipo de investigación (no hace mucho lo vi). Es un caso sin resolver y, junto al del niño pintor de Málaga, de las más misteriosas desapariciones que se han producido en nuestro suelo patrio. La policía no ha sabido ni por dónde meterle mano. Buscadlo por la Red pues lo podréis encontrar comentado en algunas páginas, aunque seguro que ya lo conoceréis: Juan Pedro desapareció después de que su padre, que conducía un camión cisterna con ácido, tuviese un accidente al salirse de la carretera cuando, inexplicablemente, bajaba un cuesta a 140 km. por hora. Los cadáveres del conductor y su mujer (madre de Juan Pedro) estaban en la cabina del camión, pero el de niño no lo hallaron por ningún lado. Os remito a los detalles, que no voy a exponer aquí por no creerlo adecuado, aunque a mi parecer todo parece indicar que se trató de un secuestro: su padre puso a mil ocho el camión persiguiendo el coche de los secuestradores. Pero ya os digo: visitad el caso y opinad por vosotros mismos. El niño, por cierto, sigue sin dar señales de vida: como si hubiera sido abducido.

En fin, es el caso que el camión repostó en la gasolinera Los Quindros de Las Pedroñeras y allí descansaron, como leéis en el fragmento que os he recortado. Lo ha creído curioso y por eso lo he traído a este blog.

Son encantaores:

ÁCS