Aprovechamos estas dos estupendas fotos sobre el juego del cantarete en Las Pedroñeras (en concreto, en la calle Cruz de Marchante), facilitadas por la simpatiquísima Aurora, para aportar unos datos que nos pasa nuestro moteño amigo Leopoldo Casero Perona, estudioso y buen conocedor de la alfarería de Mota del Cuervo. La información proviene del libro de Jesús María Lizcano Tejado, titulado Los Barreros. Alfarería en la provincia de Ciudad Real, publicado en 2000 por la Diputación de Ciudad Real y cuya portada os dejo aquí.
Es el caso que en la página 36 de dicha publicación, el autor menciona este popular juego pedroñero extinto desde hace unos años, que él localiza en otras poblaciones de la provincia de Ciudad Real con distintos nombres: "cantarete" (en Socuéllamos [dato que no confirmo personalmente]), "pucherete" (en Castellar de Santiago, pueblo conocido popularmente como Castellar de los Pucheros) o "votar la botija" (en Membrilla). Y escribe el autor a nuestro interés:
"Durante todo el año, los jóvenes habían estado recogiendo todos los cacharros usados de sus hogares: pucheros "reveníos" o que ya daban mal sabor a los guisos, cántaros rajados y que no valía ya la pena arreglar, botijas viejas que ya no rezumaban sus líquidos al tener taponados sus poros, por el uso continuo durante la cosecha, arcaduces "esbocicaos", etc., de modo que cuando llegaba la festividad del Domingo de Resurrección, se sacaban a calles y plazas grandes cantidades de cacharros viejos, y haciendo los más jóvenes enormes corros, se los lanzaban entre ellos, de uno en uno, de modo que al menor descuido, cualquier cacharro se podía escurrir de las manos de algún mozo o moza, por lo que aparte de la mofa del resto, tenía que pagar una multa preestablecida de antemano, formándose en poco tiempo un gran montón de cascos, y yéndose a continuación los participantes a convidarse con el dinero aportado por los menos ágiles".
Esto último no hay memoria que se hiciese en Las Pedroñeras, pero resulta curioso que este juego estuviese extendido en la comarca y se usase de él justamente ese día del Domingo de Resurrección, ¿no os parece? En Pedroñeras -recordad- se jugaba al cantarete en la tarde de ese día festivo, después de haber mecido al Judas. Sobre todo se usaban cántaros rotos e inservibles, pero valía, claro, cualquier vasija de barro ya desechada: botijos, cuencos, etc. Podéis leer más sobre ello en mi libro Las tradiciones. Guía secreta de Las Pedroñeras 2.
Imagen de ese mismo día. Como dispuesto a recibir el cántaro que le llegue volando de otro participante.
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