por Job Moya Peraira

La decadencia de la ganadería extensiva y la industrialización de la agricultura pusieron contra las cuerdas hace dos décadas a esta bella rapaz. Aunque prefiere presas vivas, gazapos, ratones, ratas, ardillas, y aves de tamaño mediano, no desdeña la carroña, por lo que el milano real (Milvus milvus) resulta especialmente visible en bordes de carreteras, y alrededores de parideras de ganado bovino u ovino.
Milano real en Manjavacas (Mota del Cuervo). Febrero de 2018.
Es un ave eminentemente forestal, anida en pinares o robledales
altos y maduros, por lo que en nuestra comarca no es frecuente encontrarla
durante la época reproductiva. Muchos de los individuos que pueden verse desde
octubre hasta marzo provienen de los bosques del centro de Europa. Su
frecuencia en Castilla-La Mancha aumenta de sur a norte y de este a oeste. En
Cuenca solo nidifica en los bordes de la Serranía, o en zonas de la Alcarria
con choperas extensas y bien desarrolladas; en La Mancha solo es invernante,
siendo relativamente común observarlo desde octubre hasta marzo, especialmente
durante las olas de frío.
Detalle cola cobriza de milano real (El Pedernoso, carretera de Belmonte). Noviembre 2018.
Se trata de un pájaro francamente hermoso, de tonos pardos por el
dorso, que se tornan cobrizo intenso en la cola. La cabeza –difícil
de ver en vuelo a contraluz– es característicamente blanco-grisácea. Visto
desde abajo, presenta puntas alares negras y característicos paneles alares
blancos, que pueden llevarnos a confundirlo con el macho de aguilucho lagunero
(Circus aeruginosus). La principal característica diferencial es la forma
triangular de la cola (blanca por abajo, con barrado tenue o difuso) y su
inconfundible escote en “V”.
Milano negro (Milvus migrans) en Tresjuncos, mayo de 2011. Foto para no confundirlo con este.
Su pariente el milano negro (Milvus migrans) es mucho más oscuro,
de color pardo-negruzco, y nunca presenta el dorso o la parte superior de la
cola rojiza, ni tiene paneles blancos tan amplios o llamativos. Además, solo
está presente en la zona durante la primavera y el verano, justo al contrario
que el milano real, que empieza a verse a finales de octubre.
Macho de aguilucho lagunero (Circus aeruginosus). Tresjuncos, marzo de 2018. Foto para no confundirlo con este.
Junto con el ratonero (Buteo buteo) es un magnífico aliado para
controlar las plagas de roedores que periódicamente asolan nuestros cultivos.
Aunque hay indicios de recuperación de sus poblaciones, es una especie muy
vulnerable y está protegida tanto en la región como en todo el territorio
nacional. Abatir un ejemplar podría acarrear multas de más de 18.000 €, aunque
contemplar la belleza de sus planeos es algo a lo que no se puede poner precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario